El pecado
Esta es una manera de presentar en una forma didáctica, para ser entendida, un misterio enorme de unidad de todo lo creado con su Señor. Es una forma inteligible de presentar las cosas.
Soplarle al feto el ruhj de Allah es soplarle el germen del alma, acto por el cual un simple animal mamífero que es ese feto se convierte en un ser humano. Hasta ese momento es sólo un mamífero, del reino animal. Así se convierte en una criatura humana unida a su principio que es el ruhj, a través de una promesa que hizo en la trans-historia, antes de que existiera el tiempo, cuando Allah le preguntó a todas las almas suscitadas si lo reconocían cómo único Señor y todas las almas respondieron “sí”.
Eso es lo que hace a un ser humano ser humano.
Un ser humano que lo desconoce, que lo niega, que cree que sólo procede de mamá y papá está en un estado de pecado original, está expulsado del paraíso, él mismo se expulsó. Ese es el único pecado, no hay otro.
Dicen los maestros del tasawuf, que un ser humano puede ser, desde el punto de vista social o moral, una excelente persona, no haber robado nunca, no haber engañado a nadie, ser un buen padre, etc. Pero al desconocer que procede de un principio divino, y que su alma se la debe a su Señor por el cual él está en este mundo, ese hombre está en estado de pecado.
Al estar en estado de pecado sucede algo que los maestros que saben dicen que es convertir a una realidad en una fantasía. Al reconocer su Unidad, el Principio del cual viene, y sin el cual no podría ser, o sea el Ser Necesario de los aristotélicos, y desligarse de una forma ilusoria este ser humano del mismo, se convierte ese ser humano en una fantasía, como en una película, en nada. Es el estado de dormido del cual hablan los sufis. Es un hombre que esta unido a su Señor, porque si no, no hubiera nacido, pero que lo niega.
Es una paradoja enorme, una crueldad que nos hacemos, procedemos con violencia respecto a nosotros mismos al negar lo que somos.
El Corán dice «el hombre aceptó el conocimiento porque es violento e inconsciente»
El hombre se niega a sí mismo, se desgaja sin desgajarse. No puede hacerlo, porque respiramos gracias a ese principio divino. No vamos a hablar de la cuestión biológica, de la función de los pulmones etc. Cuanto más hablamos de eso, y tratamos de convencernos de que sólo por eso respiramos, más nos desgajamos. Porque negamos el Principio de las cosas, y le damos validez a la herramienta que hace funcionar el Principio.
La situación del hombre es realmente una tragicomedia.
Es la broma más fina, más cruel y completa de Sheitan el maldito, que nos ha convencido de eso. Ese es el estado de pecado, el pecado original. No hay otro. Es el pecado que hizo salir a Hazret Adán del paraíso.
Adán es el segundo ser emanado o la tercera inteligencia, y en la fracción de segundo que él duda, que cree que se creó a sí mismo, sucede el pecado.
Es menos de un segundo, porque se rectifica según la leyenda, pero en esa fracción de segundo ya ha sido creado el tiempo. Porque su negación ha creado el tiempo.
Los sheijs que explican esto como yo lo he visto, ponen un punto: es el akl kudsi, también está la tableta, el alma, el nafs. Adán niega esa unidad, se niega, a pesar de estar unida en el punto. Se niega y el sheij hace una línea: Cae, sale del punto y en ese caer se crea el tiempo y el espacio. Eso es la expulsión. Ese es el pecado original que estamos pagando. Un punto, una línea, una caída, el espacio que va creando la línea a medida que cae, el tiempo de caída. Y si el punto es el centro de un círculo, Adán está en todos los puntos que forman la circunferencia del círculo. Es como que Adán al separarse, el principio se expande y forma todos los universos.
Pero la caída de Adán era necesaria
El sentido del Islam es recordar.
Dhikr significa recuerdo, del retorno. Nos olvidamos que estamos padeciendo acá lo ilusorio.
Dice Ibn al Arabi que todos los seres humanos retornarán a su Señor, algunos de buen grado y otros a la fuerza, o sea no creyendo.
Si yo estoy en una cascada, y estoy siendo arrastrado, puedo no creer en la cascada, pero igual me está arrastrando. La diferencia es que creyendo el tránsito puede ser mejor que luchando contra algo que es imposible.
Todos los sheijs son acordes en decir, sin excepción, que el viaje es una forma didáctica de presentar las cosas, porque nadie se fue de ningún lado, por lo que es un viaje de sí mismo a sí mismo, no hay ruta, no hay camino, no hay viaje. La paradoja está en que te creíste que te fuiste. Y si te creíste que te fuiste, te fuiste.
Es una gran paradoja.
Una definición de sufismo podría ser: retornar al lugar del cual nunca te fuiste. O convencerte de que nunca te fuiste del lugar que tu crees haber dejado atrás.
El ser humano está formado por materia de la tierra y materia del cielo. Cada materia retorna al lugar de origen. Lo que sucede es que en el olvido uno cree que pertenece a la tierra nada más. Entonces, pues te quedas en la tierra.
¿Qué significa quedarse en la tierra?. Cada uno de nosotros está enormemente ensimismado en mirarse el ombligo. La función de los sheijs es tratar de levantarles la cabeza.
Estar ensimismado es creer que los problemas que cada uno tiene, son lo más importante. Con mucha razón alguien podría decir, «de que me habla usted si tengo cáncer, o si me pasa esto o aquello, y usted me habla del cielo».
La fuerza del sueño es inmensa.
Un sheij dijo una vez:
Tú no eres una tía que se muere, tú no eres tu cáncer, tú no eres tu esposa que te abandonó, tú no eres tu pobreza.
Tú estás ahora transitando por una situación así pero tu no eres eso.
Con lo cual el problema no se elimina, pero sí se corta el arrastre del problema hacia la tierra.
Una tariqa no tiene fórmulas mágicas.
Si no se toma uno mismo la medicina y no se pone en práctica son palabras que se lleva el viento, y al terminar este día volvemos a mirarnos el ombligo.
Hay una trampa muy grande, porque intelectualmente entendemos, pero eso no significa que baje. La práctica está en el corazón, ese es el campo de batalla, las emociones.
Nosotros estamos agarrados por las emociones, con nuestro pasado personal, desde los siete años para acá, dicen los hombres sabios.
Hazret Pir me ha dicho: «Tú eres una pobre imitación de sheij y eres tan inepto y tan ignorante que Allah hutallah te ha dado un arte para que te ayude. Porque si fuera por ti, pobre de tus derviches.”
Pídanle a Hazret Pir, él escucha los pedidos sinceros.
Cada tariqa tiene su fundador. Los derviches hemos perdido fe en los polos, y le pedimos a Allah.
Cuenta una leyenda que un derviche naqshbandi iba por el desierto con un derviche bektashi. Ambos tenían sus camellos, a los cuales cuidaban mucho. En el final de cada jornada el naqshbandi le rezaba a Allah y el bektashi a su sheij, para que protegieran a sus camellos. El naqshbandi le decía indignado «como le pides a tu sheij y no a Allah que todo lo puede». El bektashi sonreía y no contestaba. Una mañana el camello del bektashi estaba amarradito y el del naqshbandi se había ido. Este último desconsolado lloraba. Le echaba la culpa al bektashi. Este le preguntó entonces: «¿cuántos millones de almas hay?», «Pues muchos millones», «Bueno, si Allah hizo que tu camello se perdiera, alguien lo va a agarrar, se va a beneficiar». «¿Y el tuyo?», «Mi sheij me tiene solo a mí, me cuida a mí solamente».
Hazret Pir es sólo un soporte de la voluntad de Allah. Por sí mismo no puede hacer nada. Pero con el permiso de Allah puede dar favores.
Aleikum Salam.
Sohbet pronunciado por Abdul Qader Baba con fecha 27 de Abril de 2002. Parte II