Cuatro o cinco cosas

La parte externa del ser humano es la que todos vemos aquí, es un soporte material de otra cosa. Es como un animalito, con las mismas necesidades que tiene un animalito. Son necesidades básicas como comer, dormir, fornicar, tirarse a la bartola debajo de un árbol. A esto el hombre le agrega algunas cosas, como por ejemplo, el sufrimiento innecesario.

Los animales no tienen esto. Cuando los animales sufren es porque verdaderamente sufren: tienen hambre o son perseguidos para ser comidos, o ellos mismos persiguen a otros animales para alimentarse. Las vicisitudes de estos animales responden a leyes precisas de la naturaleza.
El hombre tiene la particularidad de sufrir en vano, a causa de todos los deseos que tiene y no puede satisfacer y a causa de la compulsión en satisfacer aquellos deseos que no puede alcanzar. Esto produce una gran cantidad de sufrimiento.
El ser humano se encuentra bajo una ley de querer cosas, que pueden ser objetos materiales, situaciones o personas. Si las tiene, siente que está bien y se siente satisfecho por un rato y si no las alcanza, sufre por ello y trata compulsivamente de alcanzarlas.
Estas situaciones pueden ser: buscar ser querido, el ser considerado y respetado por los demás o querer tener un novio, amante, etc.
Los animales no sufren por ello, luchan por tenerlas y si no lo consiguen, se mueren o se van. Los seres humanos mascullan y mascullan y eso produce mucho sufrimiento. Incluso buscar un Maestro en forma compulsiva y esperar encontrar un Maestro perfecto y a nuestra medida, también forma parte de esos deseos y apetencias.

Los Hombres que Saben también dicen que el hombre está en una situación incómoda – como mínimo -, y que para que sea realmente un ser humano tendría que desarrollar en él, algunas cualidades de las que no dispone, pero que cree tener.
Cuando una persona no tiene alguna cualidad, pero pretende tenerla, esa persona está en una situación de sueño, está soñando, está dormida.
Esta es la situación general de todos nosotros: creemos que tenemos cosas que no disponemos.
Por ejemplo, una de las cualidades que debería tener un verdadero hombre es la conciencia.
Pero no la conciencia que se conoce como la conciencia del bien o del mal, conciencia moral ó inmoral, no
Los animales no tienen conciencia, en el sentido que estamos hablando aquí.
Lo primero que tiene que hacer un ser humano común, como nosotros, es darse cuenta que carece de conciencia.
Para esto tendríamos que poder diferenciar los distintos estados de conciencia que tenemos.
Tenemos una conciencia por la noche, cuando dormimos, en esto estamos todos de acuerdo.
Se llama estado onírico, con o sin sueños.
A la mañana nos despertamos y ese estado onírico continúa, la conciencia sigue dormida como por la noche, con la diferencia que aquí la persona se levanta, se lava la cara, se viste, sale a trabajar y toma decisiones. Como la persona ve, toca, lo tocan, huele, etc, esa persona dice que está despierta.
Los Sheijs y los Maestros de todas las Tradiciones dicen que esto no es cierto: que cuando nos levantamos y nos echamos a andar por el mundo, seguimos tan dormidos como por la noche, más peligroso aún, porque cuando estamos acostados, no le podemos hacer daño a nadie y es poco el daño que nos podemos hacer a nosotros mismos, pero que en este estado de conciencia, cuando vamos por ahí, podemos hacernos mucho daño así como a nuestros semejantes.
Esta situación, la de estar dormidos, pese a que la venimos repitiendo sábado tras sábado, nadie de nosotros se la cree, nadie.
Todos los que estamos aquí, creemos que estamos despiertos.
(Le hacen una pregunta a Baba) y Baba responde
Cuando me refiero a los Hombres que Saben, estoy hablando de los hombres despiertos, que han visto estas cosas y las han transmitido en forma de enseñanza.
Gracias a Dios que hay hombres y mujeres despiertos. Gracias a ellos, las enseñanzas se mantienen a través del tiempo.

La primera capacidad que tendríamos que despertar en nosotros es la conciencia.
Para despertar la conciencia, en estado de lucidez, es decir ver las situaciones tal como son, no como nosotros las imaginamos – dista mucho uno de lo otro -, primero nos tendríamos que CONVENCER QUE CARECEMOS DE CONCIENCIA.
Nadie va a querer adquirir algo que cree que tiene.
Como no nos terminamos de convencer que carecemos de conciencia y como mientras yo hablo, por las cabezas de mis oyentes pasan infinidad de pensamientos que no tienen nada que ver con lo que estoy diciendo – porque todos están evaluando estas palabras con el cristal de los problemas que los afligen y estas palabras no pueden ser consideradas de esta manera -, porque los problemas personales que tenemos forman parte del sueño, “del estado onírico del caminante”, entonces no nos convencemos.
Cuando finalmente un hombre o mujer, se convence que carece de conciencia, en el sentido que aquí lo decimos, – que es un estado de lucidez, donde los problemas se ven como son, no como lo imaginamos que son -, es bastante doloroso y posiblemente en ese momento, empiece a preocuparse por tener conciencia, sea lo que sea que esto signifique.

El profeta Muhammad (ByP) decía y le rogaba a Allah: “Hazme ver, Señor, la Realidad de la realidad”.
¿ Que quería decir el Profeta con eso?

El Profeta Muhammad (ByP) fue el profeta que quizás con mayor claridad se refirió al estado de sueño de los seres humanos.
Él dijo que mientras los hombres estaban sobre esta tierra, estaban soñando y que cuando morían, despertaban.
Él exhortaba a la gente que lo rodeaba a morir antes de morir.
El Profeta Muhammad (ByP) sabía que la humanidad estaba en un estado de sueño.
Él dijo que todos, no dijo todos menos los musulmanes, sino que todos estaban dormidos y que cuando morían, despertaban. Exhortó a morir antes de morir.
Después el Profeta dijo algo extraño…..”Señor, hazme ver la Realidad que está detrás de la realidad”, o “hazme ver la Realidad de la realidad”, ó “ la Verdad de la verdad”…….
Aquí nos enfrentamos con otro tema de la conciencia.
Hay algo que es real y hay algo que es la realidad.
Hay una enorme diferencia entre lo real y la realidad, aunque a ustedes les parezca que estoy haciendo un juego de palabras.

Si nosotros vivimos en el sueño, nada de lo que vemos es la realidad, pero para nosotros, lo que vemos es real.
El profeta quiso decir: “Señor, hazme ver la realidad que está detrás del sueño que yo creo que es real”.
De esta manera es como interpretan los Hombres Sabios, las palabras del profeta Muhammad (ByP).

Es innegable que lo que vemos y por lo que tanto nos angustiamos,- nosotros, seres sumergidos en el sueño -, es esto que vivimos, que es real y es tan real que ha creado sus propias leyes. Dentro de esta “realidad” nacemos, crecemos y nos morimos.
Y no podemos abortar las leyes de este mundo de sueño. Si por ejemplo, yo me pongo delante de un auto que viene a 100 km/h, el auto me mata, dentro del sueño.
Si vamos al trasfondo de la cuestión, ni el auto ni yo somos reales, es un sueño.
Mi mente ha fabricado esa realidad y yo me muero en serio dentro del sueño.

El Profeta le pidió a Allah Hu Ta´ala que le hiciera ver lo que había detrás de ese sueño, eso es despertarse: ver la realidad que hay detrás de lo real.
Quien puede dudar que esto o él es real. Yo soy real, ustedes son reales. Quien puede dudarlo? Quien puede dudar que tenemos una familia, o que nos enfermemos, o que nos angustiemos? Nuestros sentidos nos afirman que esa es la realidad. Esa no es la realidad, es lo real. Para quien? Para nosotros.
Detrás de esta escenografía hay otra realidad que no conocemos.

(Le preguntan a Baba: ¿ Hay lugar para nosotros en la realidad?) Baba contesta:
Nosotros somos la realidad.
Esto que es nuestra vida y que nosotros lo llamamos “lo real”, está fabricado en nuestros sueños y lo vemos mal, mal. No vemos lo que hay.
Estamos diciendo que la primera virtud que habría que desarrollar en un hombre que quiere despertarse es la Conciencia, el estado de lucidez.

La segunda virtud que habría que desarrollar es la Atención.
La atención es la capacidad de estar presente aquí y ahora, todo yo, en el lugar donde estoy.
No como estamos, ausentes. Si ustedes me están escuchando y están fascinados o aburridos por lo que digo, no notan que están ustedes aquí sentados y escuchándome, por más que me escuchen, ustedes carecen de atención.
La atención es aquella capacidad del alma – no la tiene el cuerpo -, de saber que está aquí y ahora. Yo, aquí y ahora, escuchando a este tipo que está frente a mí, y estoy rodeado de gente y tengo sensación de todo lo que está alrededor mío, Yahia, las plantas, el ámbito, yo mismo aquí y estoy escuchando a otra persona, y todo al mismo tiempo y siento mis pies y sé como tengo mi cara, sé los gestos de mi cuerpo, sé quienes me rodean y como están vestidos…sé todo, tengo un grado de presencia absoluta. Ninguno de nosotros tiene eso, porque estamos dormidos.
Esta es la segunda capacidad que tiene que desarrollar un hombre o una mujer que se quiera despertar.

Conciencia y Atención son dos capacidades del alma.

La tercera capacidad del alma es la de poder leer su propia vida, la vida que le tocó vivir en este mundo.

Si nosotros hiciéramos una lectura de nuestra vida, exenta de emociones, como si estuviéramos examinando la vida de otra persona, con total sinceridad hacia nosotros mismos, podríamos conocer mucho de nosotros y saber porqué estamos en la situación que estamos, situación que puede ser buena, mala o regular, o como sea, es la historia de nuestra vida que nos trajo hasta acá. Nosotros tenemos un pasado que ha ido obrando hasta que senté el culito acá y me puse a escuchar esto que estoy escuchando. No nos tiraron en paracaídas de Marte y aterrizamos en esta silla, no. Somos el producto de una existencia de 20, 30, 50, 60 años y tendríamos que tener la capacidad –como dicen los Hombres Sabios – de leer nuestro propio libro, nuestro propio Corán.
El Corán significa recitación del libro. Cuando nosotros lo podamos leer sin echarle la culpa a nadie de todos los sucesos de nuestra vida y nos demos cuenta que toda la vida que tenemos hasta este momento, la hicimos nosotros con nuestros actos, no con nuestros pensamientos, sino con nuestros actos, podríamos enterarnos perfectamente el porque somos lo que somos y el porque de que estemos donde estemos.
Esta es la tercera capacidad que debiera desarrollar un ser humano que quisiera despertar.
Conciencia, atención,………….y cual es la otra que me olvidé? (Pregunta Baba a una derviche )……………………
Es esto una prueba o no es una prueba que estamos todos dormidos? Alguien se acuerda?
(Varios derviches contestan a la vez)

Si el día que me casé, yo estaba mirando las nubes de Ubeda, después no le puedo echar la culpa a nadie del fracaso de mi matrimonio.
Si el día que hice el mal negocio, estaba pensando en los huevos de pascua – como decía mi abuelo -, no le puedo echar la culpa a nadie que me estafaron. No estaba presente, no tenía conciencia de lo que hacía, estaba dormido.
Esta es una condición de todos nosotros y por eso estamos como estamos.
En el momento que se produce lo que se está produciendo, estamos en otra cosa………
no estamos como el gato, alerta, que no se nos escape la paloma; estamos dormidos, estamos en otra cosa. No hay conciencia, no hay atención.

Les voy a decir otro secreto más.
Para poder hacer una revisión de nuestra vida, tenemos que tener la capacidad de recordar en forma neutra nuestra vida, no cargada con las emociones, sino neutra.
Recordar escenas y cosas que nos pasaron, sin cargarla con nada; viendo como es, como si estuviésemos analizando a otra persona. Para esto, tenemos que tener una memoria que no distorsione los hechos.
Para poder tener una memoria que no distorsione los hechos, tenemos que haber tenido la capacidad de estar atentos a los hechos. De nuestra vida, vamos a recordar solamente aquellos momentos donde estuvimos atentos, no porque lo hubiéramos decidido ( el estar atentos), sino porque estábamos atentos de casualidad. En algún momento, estamos atentos.

Nuestra capacidad de estar atentos y de tener memoria es tan pobre, que si yo les pido que me escriban en un cuaderno una vida de 50 años, no me escribirían más de tres hojitas de cosas concretas y si escribirían 100000 hojitas de comentarios inútiles acerca de lo que sintieron sobre las cosas.
No importa lo que sintieron acerca de las cosas, sino lo que vivieron, porque lo que sintieron forma parte del sueño.
Esto es lo que pedía el Profeta cuando decía “ Señor, hazme ver la realidad que hay detrás de lo real”.

La cuarta capacidad que debiera tener un ser humano que quisiera despertarse es tener una INTENCIÓN limpia, de la cual emanaran todos sus actos, de manera que esa persona pudiera tener la capacidad de autocrítica suficiente para que sus actos no se le enmascaren con las excusas que siempre ponemos para justificarnos de las idioteces que hacemos.
Esto significa tener una conciencia despierta interna que permite que cada acto, o la mayor cantidad posible de ellos, sean discernidos a la luz de esta capacidad de estar atentos a nosotros mismos, que es la intención.
El Profeta decía que la intención es más difícil de ver que una hormiga negra sobre una piedra negra en una noche sin luna.
Una hormiga negra sobre una piedra negra en una noche sin luna es el estado del hombre dormido.
En nuestros actos, siempre hay una intención explícita y otra enmascarada.
Un ejemplo sencillo: Uno va caminando por la calle y un pobre se acerca y le pide limosna, uno mete la mano en el bolsillo y da la limosna. La intención explícita es que la persona es generosa, pero tal vez esa persona dé esa limosna para sentirse bien, o para que lo vean que da limosna y sentirse congraciado consigo mismo y sentirse buenito.
A veces yo le pregunto a mis derviches: Porqué hacés eso, para comerciar con Allah o porque te nace del corazón? Mis derviches se inquietan mucho cuando les hago estas preguntas, se inquietan mucho y generalmente para no verlo, me cargan la mochila a mí, en lugar de cuestionarse a ellos mismos, que es a donde va la intención de la pregunta.

La quinta de las capacidades que debe desarrollar un hombre que quiere despertarse es el AMOR.
No el comercio del amor, sino el amor del que hablaba Jesús: pon la otra mejilla cuando te pegan en una; ama a tus enemigos o como el Profeta decía: “Ninguno será creyente hasta que no quiera para sus hermanos, lo que quiere para si mismo”.
Ustedes no hacen eso. Hablan mal de sus hermanos, piensan mal de sus hermanos y no le disculpan nada a sus hermanos,….pero con justa causa, claro!!
Esto me confirmaría el estado profundo de ignorancia en el cual están sumergidos.
Tampoco nos convencemos que en realidad cuando vemos algo malo en el otro, es nuestra propia maldad la que vemos, porque no somos capaces de verla en nosotros.
¡No nos convencemos tampoco de esto!

A ver, ( se dirige a una derviche), cuales son las cinco capacidades que el hombre que se quiere despertar, tiene que desarrollar en él? Si, igual que en la escuela…
La derviche contesta.
Baba pregunta: Usted ahí, estaba presente, presente de cuerpo o presente?
Hay muchas formas de presencia. Uno puede estar presente en un lugar como objeto material: un cuerpo con un trasero sentado en una silla y pensando en cualquier cosa menos en el lugar que está, con quienes está y en lo que está escuchando.
Bueno, continúe, niñita… conciencia, atención, que más?
( La derviche dice que no se acordaba de la cuarta capacidad. Baba le dice: Entonces, no estaba).
Se dan cuenta de lo que aquí pasa? Es o no es una prueba? Es prueba que estamos dormidos? Lo acabo de decir hace cinco minutos. Cuando esté usted por entrar al infierno, pídale a su hermano derviche que le dé una obra buena para que no entre al infierno, su hermano es bueno y se la va a dar. (La derviche se dirige a ese hermano y le pregunta por la cuarta capacidad de la que había hablado Baba. El derviche le contesta que era “la intención”.) Baba pregunta por la quinta capacidad y la derviche le responde que es el amor.
El amor, no lo que nosotros llamamos amor. Amor es de lo que hablaban el profeta Jesús y el profeta Muhammad (ByP):
“Ama a tus hermanos como te amas a ti mismo y entonces tendrás fe”.
“Ama a tus enemigos y pon la otra mejilla”.
El amor no es querer a los que nos hacen la vida fácil y odiar a los que nos hacen la vida difícil. Esto lo hace cualquiera. No es necesario estar en una Tarika para ello.

Estas, entonces son las cinco cualidades internas que debe tener un ser humano para poderse despertar y que habría que desarrollar y anhelar tenerlas: CONCIENCIA, ATENCIÓN, UNA REVISIÓN TOTALMENTE SINCERA DE NUESTRA VIDA, AMAR Y REVISAR LAS INTENCIONES DE NUESTROS ACTOS.

Hay en esto una trampa, porque sin conciencia y sin atención, es muy difícil estar atento a las intenciones de los actos.

Después están las cinco cualidades externas y que están relacionadas con los sentidos.
Sentidos que no sabemos utilizar.

Aprender a ver, no a mirar. Aprender a oler. Aprender a hablar. Aprender a tocar. Aprender a escuchar.

Ustedes creen que es fácil?
Cuando ustedes ven a alguien, no lo ven. Entre la persona que ven y ustedes, están poniendo todo lo que ustedes piensan de esa persona, no lo están viendo. Se forma una pantalla que les devuelve lo que ustedes piensan de esa persona, no lo ven tal cual es.
Ustedes creen que lo ven, pero no lo ven, lo miran. Yo lo veo a Yahia y como le tengo simpatía, le veo todo lo simpático que tiene y no lo antipático. Si le tuviera antipatía, sería al revés. Yahia es un conglomerado de cosas buenas, malas y regulares que forman eso que es Yahia, o cualquiera de ustedes y que no vemos. Siempre estamos mirando al otro con nuestros prejuicios. Nos formamos una imagen del otro y nadie nos la puede sacar.
Por eso tenemos odios a muerte y cariños a muerte. La persona que tenemos delante puede ser una sinvergüenza redomado, pero si le tenemos cariño porque estamos proyectando en él todas nuestras necesidades psicológicas insatisfechas, no nos vamos a convencer que es una mala persona y si es al revés, será igual y no nos convenceríamos que es una buena persona. Por eso con odios o simpatías a primera vista, …eso significa que no sabemos ver.
Por eso es tan importante el trabajo en Tarika y por eso es tan importante que no abran opiniones sobre ustedes, sin ver, sin escuchar, sin hablar con la otra persona y sin poder estar atento a lo que la otra persona es. Menos aún, formarse juicios sobre las personas por opinión de otros, esto es aún peor y marca un grado de ignorancia muy grande.

Si yo estoy dormido, como voy a poder ver a otra persona, tal cual es?, lo que veo es el reflejo de mi propio sueño y le transmito a otro mi sueño, y ese otro sueña sobre mi sueño…y así estamos.

Aprender a oler. No es fácil, oler.
Saben ustedes que los profetas olían a perfume, a rosas, a otras fragancias, no huelen como olemos nosotros.
El profeta Muhammad (ByP) supo que alguien había llegado del Yemen, aunque esa persona ya se había ido, por el olor que había dejado. El Profeta no había visto a esa persona, olió el lugar donde estuvo.

Aprender a tocar, pero no tocar con intención, como tocamos nosotros, tocarlo, abrazarlo.
Los ciegos tienen esta capacidad muy desarrollada, tocan y ven.

Aprender a hablar. No sabemos hablar, emitimos ruidos. No sabemos escuchar, no sabemos ver, no sabemos tocar, por eso estamos dormidos.

Si fuésemos capaces de interiorizar todo esto que escuchamos, como lo escuché yo en su momento y de llevar a la práctica, en nuestra vida, alguna de estas cosas, como por ejemplo la atención, como por ejemplo la capacidad de ver nuestra propia vida, sin enjuiciar nada, sino verla como una concatenación de actos que nos llevan a ser como son, no echándole la culpa a medio mundo de lo que somos, sino que son nuestros actos los que nos llevaron a donde estamos.
Porque si nos estafaron, fue porque nos dejamos estafar y quisimos que nos estafaran. Si nos casamos con personas que no nos correspondían, fue porque no supimos ver y no le podemos echar la culpa a otra persona.
No nos convencemos de lo que estamos escuchando, pues nuestras vidas siguen igual.
Para que podamos convencernos de esto que estamos hablando, primero tendríamos que convencernos que carecemos de estas capacidades. Carecemos de conciencia, como un estado de lucidez; carecemos de atención, estamos permanentemente distraídos; carecemos de la capacidad de hacer una revisión imparcial de nuestras vidas y de analizarlas con ganas de comprender porque somos lo que somos y porque llegamos al estado que estamos y como reaccionamos ante las distintas dificultades que nos fue presentando la vida. Tampoco tenemos la capacidad de ver nuestras intenciones, porque siempre están enmascaradas detrás de un montón de excusas que nos ponemos y como no tenemos amor nada más que para nosotros mismos, todo eso nos lleva a una situación de estar dormidos.

Si ustedes tienen la suficiente sinceridad con ustedes mismos para ver que carecen de conciencia, de capacidad de atención, de amor, de la capacidad de leer su propio Corán y de la capacidad de ver las propias intenciones, a lo mejor, ante la comprobación que todo esto les falta, podrían llegar a la conclusión que pueden llegar a conseguirlas, pero primero tenemos que notar que no tenemos nada de eso.
Creemos que amamos. No amamos. Solamente queremos a aquellas personas que satisfacen nuestras necesidades psicológicas. En cuanto estas personas dejan de cubrir esas necesidades, empezamos a tenerles fastidio y no solamente esto, sino que pretendemos que el resto de las personas también les tengan fastidio. Empezamos a hablar mal de esas personas, de una manera insidiosa, mezquina, burda, impropia de un derviche, impropia de un derviche, impropia de un derviche.
Si estuviésemos en un club, bueno, allí nadie habla de estar dormido, pero aquí estamos escuchando hablar de estas cosas, o hacemos un esfuerzo o seguimos anclados en nuestras opiniones.

No vemos. Cuando yo veo a Jairía, no la veo, estoy viendo las opiniones que yo tengo sobre ella, no la estoy viendo a ella, no veo a nadie, estoy viendo mis propias opiniones de la gente. No tenemos capacidad de ver, no la huelo y si la toco, no pasa nada, no puedo discernir con el tacto que o quien es ella, como hacen los ciegos.
Los ciegos también tienen desarrollado el olfato. Huelen las emociones de las personas, porque las emociones emanan un olor y los animales lo captan. Los perros captan el miedo.
El ser humano tiene capacidad para llegar a eso, pero nos enseñaron desde chico que eso no sirve, que no estamos en el bosque, que para que sirve el olor, para qué?
Se huele el miedo, el odio, la envidia.

No sabemos hablar ni expresar lo que sentimos, nos embarullamos, porque en lugar de hablar, expresamos nuestras excusas; en lugar de cuestionarnos, hablamos para cuestionar al otro, jamás nos cuestionamos a nosotros y no sabemos escuchar, porque si supiésemos escuchar, esto que dijimos hoy, produciría algún efecto en nuestras vidas. Pero si mientras yo hablo, ustedes están pensando en otra cosa o meramente comparando lo que yo digo con la vida de ustedes, interfiriendo lo que yo digo con pensamientos personales, entonces no están escuchando, no tienen atención. Tener atención es poner la mente en blanco y escuchar lo que se dice, no es elaborar cosas dentro de sus cabecitas mientras escuchan, porque sino se están escuchando ustedes a ustedes mismos ( que es lo que siempre hacemos), por falta de una mente lúcida y por falta de atención..

As Salamu Aleikum.

Sohbet pronunciado por Abdul Qader Baba Al Halvetti Al Yerrahi en el Dergah de Buenos Aires – Argentina el 13 de Diciembre de 2003 acorde al 19 de Shaual de 1424.