Du´a del desayuno y Hadices sobre el ayuno
Dios mío, por ti ayuno (ayunamos), en ti creo (creemos), a ti me encomiendo (nos
encomendamos) y de tu provisión me desayuno (nos desayunamos), acéptalo pues de
nosotros, pues Tú eres el Oyentísimo, el Sapientísimo.
EL AYUNO – Hadices
«El ayuno es una protección (del Fuego). El ayunante debe, pues, abandonar toda relación sexual y todo mal comportamiento. Y si alguien lo agrede o la insulta, debe decir: ‘Yo estoy ayunando’ –dos veces–. ¡Y por Aquél en cuyas manos está mi vida! El olor que proviene de la boca del ayunante es mejor para Dios que el perfume del almizcle. (Dios dice del ayunante): Deja su comida, su bebida y sus deseos por Mí. El ayuno es para Mí y yo recompensaré por él. La buena obra tiene su recompensa multiplicada por diez».
«En el Paraíso hay una puerta llamada Al-Rayyán. Por ella entrarán los ayunantes el Día de la Resurrección, y no entrará nadie más fuera de ellos. Se dirá: ‘¿Dónde están los ayunantes?’; ellos se levantarán y nadie más entrará por ella fuera de los ayunantes. Tras que los ayunantes entren se cerrará la puerta y nadie más podrá entrar por ella».
‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Cuando llega Ramadán se abren los portales del Paraíso, se cierran los portales del Infierno y se encadenan los demonios»’.
‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Quien no deja de hablar mal y hacer maldades durante Ramadán, pues Dios no tiene necesidad alguna de que deje de comer y beber»’.
«(Dios dice): Toda obra del hombre es para él, excepto el ayuno que es para Mí y Yo mismo lo recompensaré». Luego agrega: «El ayunante goza de dos alegrías: Cuando desayuna se alegra; y cuando se encuentra ante su señor se alegra por su ayuno».
Al-Barâ’ dijo: ‘Los sahabas de Muhammad (B y P) tenían una costumbre, cuando el hombre estaba ayunando y llegaba la hora del desayuno; si él dormía antes de desayunar no comía esa noche ni en todo el día siguiente hasta que anochecía. Qays bin Sirma Al-Ansârí estaba ayunando; cuando llegó la hora del desayuno preguntó a su esposa: ‘¿Tienes algo de comer?’ Ella dijo: ‘No, pero saldré a buscarte algo’. Qays había trabajado duramente durante el día, así que le venció el cansancio y se durmió. Cuando su esposa llegó y lo vio dijo: ‘¡Qué pena por ti!’ Cuando llegó el mediodía del día siguiente Qays se desmayó y se le mencionó la costumbre y el asunto al Profeta (B y P); entonces, descendió esta aleya: Durante el mes del ayuno os es lícito uniros por la noche con vuestras mujeres… (7:189) y la gente se alegró mucho por ello; luego descendió comed y bebed hasta que, al alba, se distinga un hilo blanco de un hilo negro… (2:187)’.
Anas bin Mâlik dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Comed el sahûr; pues en el sahûr hay una bendición»’.
‘Amr ibn Al-‘Âs relató que el Mensajero de Allah (B y P) dijo: «La ventaja entre nuestro ayuno y el ayuno de la Gente del Libro es el suhûr».
‘Âisha y Umm Salama relataron que al Mensajero de Dios (B y P) le llegaba el faÿr estando él en ÿanâba, por sus esposas, luego se lavaba y ayunaba.
Abû Huraira relató que el Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Si alguien se olvida y come o bebe debe seguir con su ayuno, pues fue Dios mismo quien lo alimentó y le dio de beber».
Abû Huraira dijo: ‘Estábamos sentados con el Profeta (B y P) y llegó un hombre que dijo: ‘¡Mensajero de Dios (B y P)! ¡Estoy perdido!’ El Profeta (B y P) dijo: «¿Qué tienes?» El hombre dijo: ‘Tuve relaciones sexuales con mi mujer durante mi ayuno de Ramadán’. El Profeta (B y P) dijo: «¿Tienes algún esclavo para libertar?» El hombre dijo: ‘No’. El Profeta (B y P) dijo: «¿Y puedes ayunar dos meses seguidos?» El hombre dijo: ‘No’. El Profeta (B y P) dijo: «¿Tienes para alimentar a sesenta pobres?» El hombre dijo: ‘No’ y se quedó en silencio. Mientras estábamos así llegó para el Profeta (B y P) un canasto lleno con dátiles. El Profeta (B y P) dijo: «¿Dónde está el que preguntaba?» El hombre dijo: ‘Soy yo’. El Profeta (B y P) le dijo: «Toma esto y dalo en caridad». El hombre dijo: ‘¿Se lo debo dar a alguien más pobre que yo? ¡Por Dios! No hay entre estas dos lavas –refiriéndose a Medina y las dos montañas que la rodean– una casa más pobre que la mía’. El Profeta (B y P) rió hasta que se vieron sus dientes laterales y dijo: «Alimenta con ello a tu familia»’.
‘Âisha, esposa del Profeta (B y P), relató que Hamza bin ‘Amrû al Aslami dijo al Profeta (B y P): ‘¿Ayuno durante los viajes?’, él acostumbraba ayunar mucho. El Profeta (B y P) le dijo: «Ayuna si quieres; y si no quieres no ayunes».
‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que el Mensajero de Dios (B y P) salió hacia Makka ayunando durante Ramadán. Cuando llegó a Al-Kadîd, desayunó (durante el día) y la gente desayunó con él.
Abû Al-Dardâ’ dijo: ‘Salimos de viaje con el Mensajero de Dios (B y P) en un día caluroso. El calor era tan intenso que teníamos que cubrirnos la cabeza con las manos. Ninguno de nosotros estaba ayunando excepto el Profeta (B y P) e Ibn Rawâha.
Yâbir dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) estaba de viaje; vio gente reunida en conmoción y vio que le daban sombra a un hombre. Dijo: «¿Qué es esto?» Le dijeron: ‘Está ayunando’. El dijo: «Ayunar durante un viaje no es parte de la piedad»’.
Anas bin Mâlik dijo: ‘Estábamos de viaje con el Mensajero de Dios (B y P) y el ayunante no criticaba al que desayunaba, a la vez que el desayunante no criticaba al ayunante’.
‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘Un hombre vino ante el Profeta (B y P) y le dijo: ‘¡Mensajero de Dios! Mi madre murió debiendo un mes de ayuno (de Ramadán) ¿Debo compensarlo por ella?’ El Profeta (B y P) dijo: «Sí, las deudas con Dios son las que más merecen ser saldadas»’.
Sahl bin Sâ‘d relató que el Mensajero de Dios (B y P) dijo: «La gente seguirá bien mientras se apresuren a desayunar».
Asmâ’ bint Abi Bakr dijo: ‘Un día nublado, en la época del Profeta (B y P), desayunamos y después vimos el sol entre las nubes’.
Abû Sa‘îd dijo que oyó al Mensajero de Dios (B y P) decir: «No continuéis vuestro ayuno (sin comer por más de un día o dos). Quien quiera continuar ayunando debe hacerlo sólo hasta un poco antes del alba (del día siguiente)».
Abû Huraira dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) prohibió el ayuno continuado y un hombre de los musulmanes le dijo: ‘Pero tú también lo haces Mensajero de Dios (B y P)’. El Profeta (B y P) dijo: «¿Y quién de vosotros es igual a mí? Por las noches mi Señor me da de comer y de beber». Cuando vio que se rehusaban a dejar el ayuno continuado, lo practicó con ellos por un día y luego otro, hasta que vieron la luna nueva de Shawwál. El Profeta (B y P) dijo: «Si la luna no hubiese llegado seguiría con el ayuno». Como castigo porque ellos se rehusaron a dejarlo’. En otra versión les dice: «Realizad las obras que están dentro de vuestras posibilidades».
‘Âisha dijo: ‘Cuando llegaban los últimos diez días de Ramadán solía apretarse su cinturón (realizar más buenas obras) y rezar durante la noche, también despertaba a su familia para rezar por la noche’.
‘Âisha, esposa del Profeta (B y P), relató que el Profeta (B y P) solía hacer el i‘tikâf durante los últimos diez días de Ramadán hasta que Dios se llevó su alma. Después, sus esposas también practicaron el i‘tikâf.
‘Âisha dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) solía introducir su cabeza (a su casa, desde la mezquita al lado) y yo lo peinaba y ungía con aceite. Además, cuando estaba en i‘tikâf, no entraba en la casa si no fuese por alguna necesidad’.
Abû Hurayrah relató (que el Profeta (B y P) dijo): «Si uno de vosotros se levanta a la mañana y está ayunando, que no utilice malas palabras ni se comporte como un ignorante, y si alguien lo calumnia o agrede que le diga:‘Estoy ayunando, estoy ayunando’».
El Dergah Halveti – Jerrahi de Argentina desea a la comunidad musulmana un buen Ramadán.