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Consejos de Sabios
El Arreglo de las Disputas
Al Halal wa al Haram fil islam
<<volver
A la vez que incumbe a aquellos que tienen un conflicto arreglar
sus diferencias de una forma fraternal, la comunidad musulmana también
tiene la responsabilidad a este respecto. Debido al hecho de que
la sociedad musulmana está basada en la mutua cooperación
y ayuda, no puede permanecer pasivamente contemplando como sus miembros
disputan entre sí, haciendo que el conflicto sea cada vez
mayor.
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Es responsabilidad de aquellos que detentan la autoridad y el respeto
dentro de la comunidad arreglar la situación para que las
cosas funcionen correctamente, con absoluta imparcialidad y sin
permitirse el implicarse emocionalmente con uno u otro lado del
conflicto. Allah (s.t.) dice: En verdad, los musulmanes son hermanos.
Entonces resolved en derecho entre vuestros hermanos y permaneced
conscientes de Allah para obtener Su Misericordia. (49:10) El Profeta
(s.a.s.) explicó el mérito de tal mediación
y el peligro del conflicto y la hostilidad diciendo, ¿Acaso
no os informaré de algo más excelente en grado que
el ayuno, la caridad y el Salât?. Al serle respondido, 'Ciertamente',
él dijo, 'Se trata de arreglar las cosas bien entre la gente,
pues incitar a esta a la disputa es como una navaja, y con ello
no quiero decir que con ella se afeite el cabello, sino que con
ella se esquila el Dîn (el Islam). (Transmitido por Tirmidzi
y otros)
"No
permitáis que unos se mofen de otros" En las ayas 49:10-12,
Allah ha prescrito un número de asuntos relacionados con
la salvaguarda de la hermandad y lo que ello implica en relación
al respeto inmenso que hay que mantener entre los seres humanos.
La primera de estas cosas que quedan prohibidas es la burla, la
mofa y el ridiculizar a los demás. Dice Allah (s.t.): “Que
nadie se mofe de nadie, pues ellos pueden ser mejores que ellos
mismos, ni las mujeres se burlen de otras que pueden ser mejores
que ellas mismas. (49:11)” Ante Allah, la bondad se mide por
el Imán, la sinceridad y el grado de calidad en la relación
con Allah (s.t.), y no por la apariencia física, la riqueza
o el poder. Dijo el Profeta (s.a.s.): “Allah no mira en vuestra
apariencia física o en vuestra riqueza, sino que Él
mira en vuestros corazones y en vuestros hechos. (Transmitido por
Muslim)” Se ha narrado que 'Abdullah bin Mas'ud tenía
unas piernas muy delgadas y débiles. En cierta ocasión,
al ver sus piernas descubiertas, cierta gente se rió de él,
y entonces el Profeta (s.a.s.) dijo, “¿Os reís
de la flaqueza de sus piernas? Por Aquel en Cuyas manos está
mi alma, en la escala de Allah sus piernas son más fuertes
que el Monte Uhud. (Transmitido por at-Tiyalisi y Ahmad)”
Prohibición
de la calumnia “La segunda de estas prohibiciones es contra
lo que se llama lamz, que literalmente significa "desgarrar
y acuchillar". Aquí este término posee el significado
de encontrar faltas, ya que la persona que busca faltas en otra
está haciendo algo similar a desgarrarle con una espada o
acuchillarle con una daga -y tal vez la herida que inflinga con
la lengua aún sea más duradera. Tal como dijera un
poeta: “Las heridas de la hoja pueden cicatrizar en un día”
¿Y las heridas de la lengua? Puede que nunca. “La forma
de prohibición expresada en esta aya es muy sutil, al decir,
"No calumniaros a vosotros mismos", es decir unos a otros.
Pues el Corán se dirige a la comunidad de musulmanes como
un cuerpo único, y aquel que difama o calumnia a su hermano
es como si se lo hiciera a sí mismo.”
Allah
(s.t.) dice: En verdad, los musulmanes son hermanos. Entonces resolved
en derecho entre vuestros hermanos y permaneced conscientes de Allah
para obtener Su Misericordia. (49:10)
Hay
dos modos de conocer:
Por medio del argumento, y por medio de la experiencia.
El argumento lleva a conclusiones y nos hace concederlas,
pero no causa la certeza ni nos quita de dudas,
para que la mente pueda descansar en la verdad,
a menos que esto lo proporcione la experiencia.
Al
Halal wa al Haram fil islam |
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Sharia
El Sagrado mes de Muharram
Ashura
<<volver
Nos encontramos en el sagrado mes de Muharram, y el pasado 27
de Diciembre fue el 10 de Muharram, considerado el día
de Ashura. Es donde se produjeron hechos muy importantes para el
Islam y todas las religiones monoteístas; tales cómo
el cruce del Mar Rojo por Moisés y su comunidad escapando
del Faraón quien allí se ahogó junto con su
ejercito, y otros sucesos que oportunamente mencionaremos; y este
día es la fecha en la que se conmemora el Martirio del Iman
Husseyni, hijo de Ali (r.a.), yerno de nuestro Profeta Mohammed
(s.w.s.). Por lo que se considera, este mes, por gran parte del
mundo islámico un mes de Luto…
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En
esta oportunidad presentaremos, luego de una mención previa,
dos jutbas con las enunciadas historias, respectivamente,
la segunda de ellas con más detalles sobre sucesos que acontecieron
en éste bendito día.
Mención
previa:
Muharram es el primer mes del año lunar islámico,
el mismo está establecido desde un día en particular
del año de la hegira (que no es el primer día ni el
día de la llegada a Medina), y fue pactado con posterioridad
a esta migración, incluso a la muerte de Rasulullah (sws).
Ésta, no fue ni la primera ni la última migración
que hubo en el Islam, y las mismas se debían a la persecución
que se realizaba sobre los musulmanes en aquel entonces, imposibilitándoles
practicar su Fe.
Tomando esta Sunna, es recomendable entonces para todo musulmán
hacer su propia “hegira”, migrando desde los lugares,
sean exteriores o interiores, que afectan nuestro Islam, hacia los
lugares que nos faciliten nuestro trabajo interior...
Tomado
de una charla de nuestro iman Hassan Bize, anterior a la llegada
de Muharram.
Moises
y el Faraón
Sheij Muhammad Al Ruwaily
<<volver
Alabado sea Allah, Quien nos guió [agraciándonos con
la fe] y no hubiéramos podido encaminarnos de no haber sido
por Él. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah,
Único, sin asociados. Atestiguo que Muhammad es Su siervo
y Mensajero. ¡Allah! Bendice a Muhammad, su familia, sus compañeros
y todos los que sigan su guía hasta el Día del Juicio
Final.
La lucha entre la verdad y la mentira y entre los aliados del Misericordioso
y los aliados del Demonio es tan antigua como la humanidad misma,
y así seguirá siendo hasta el Día de la Resurrección
Final. Allah así lo ha dispuesto por Su Sabiduría
Divina. Dice en el Sagrado Corán: “Si Allah hubiese
querido, os habría concedido el triunfo sobre ellos sin enfrentamientos,
pero quiso poneros a prueba con la guerra.” (47:4)
Ciertamente Allah tiene poder para aniquilar a los inicuos en un
solo instante pero no lo hace pues pone a prueba con ellos a Sus
siervos creyentes para que se evidencie quienes de ellos son sinceros
y pacientes, pues es a través de las pruebas que se distingue
el creyente sincero del hipócrita.
La historia de Moisés con el Faraón comienza cuando
Moisés se encontraba en el vientre de su madre, pues fue
en ese entonces que alguien le dijo al Faraón: “Nacerá
un hijo en el pueblo de Israel que será la causa de tu destrucción
y el final de tu soberanía y poder”.
Israel es otro nombre de Jacob el hijo de Isaac hijo de Abraham,
y fue él quien llevó a su gente de Sham, la antigua
Siria, a Egipto en épocas de José el hijo de Jacob.
En aquel entonces eran ochenta personas pero luego fueron creciendo
y multiplicándose hasta llegar a seiscientas mil personas
en épocas del Faraón.
Cuando al Faraón le fue informado que su soberanía
y poder culminaría con la llegada de un hijo del pueblo de
Israel decretó asesinar a todos los recién nacidos
varones y dejar con vida a las mujeres para prevenir el nacimiento
de quien sería su derrota; pero se olvidó que lo que
Allah decreta siempre ocurre. Allah dice en el Sagrado Corán:
“Y todos los asuntos son como Allah lo dispone, pero la mayoría
de los hombres lo ignoran.” (12:21)
El Faraón se empeñó en evitar que este niño
naciera y dispuso que personas se encargaran de buscar a las embarazadas
y averiguar la fecha en la que darían a luz para sacrificar
a todos los hijos varones que nacieran.
Aarón había nacido antes de esta prueba terrible,
salvándolo Allah de este modo de la matanza del Faraón.
Moisés, en cambio, cuando su madre quedó embarazada
de él trató de ocultarlo en todo momento para protegerlo.
Su temor crecía a medida que se acercaba el momento del parto.
Cuando dio a luz y supo que era un varón, se angustió
enormemente y el temor invadió su corazón; su tristeza
por lo que podía pasar fue mayor que la alegría del
nacimiento. Pero Allah le inspiró una orden con la cual su
corazón se tranquilizaría. Allah dice en el sagrado
Corán: “Inspiramos a la madre de Moisés [y le
dijimos]: Amamántalo, y cuando temas por él déjalo
[en un cesto de mimbre] en el río. Y no temas ni te entristezcas,
porque ciertamente te lo devolveremos y haremos de él un
Mensajero.” (28:7)
La madre de Moisés obedeció la orden divina, puso
a su hijo en un cesto y lo arrojó al río Nilo que
pasaba al lado de su casa. Cuando lo puso sobre las aguas del río
sintió que con él arrojaba su corazón; su pecho
se estrechó y una terrible angustia la invadió. Pero
de no haber sido porque Allah infundió en su corazón
una fe fuerte y sincera hubiese develado el secreto arruinando así
el plan de Allah, tal como dice Allah en el Sagrado Corán:
“La madre de Moisés sintió un vacío en
su corazón y estuvo a punto de revelar la verdad. Pero afianzamos
su corazón [infundiéndole paciencia] para que fuera
una verdadera creyente.” (28:10)
La corriente del río transportó el cesto con el niño
bajo la protección y el cuidado de Allah hasta llegar al
palacio del Faraón y ser recogido por su propia esposa quien
al abrir el moisés y encontrar a un niño debilitado,
su corazón se colmó de compasión, misericordia
y ternura. Fue entonces que Allah le inspiró que exclamase,
tal como dice en el Sagrado Corán: “?La mujer del Faraón
dijo: [Este niño] Será mi alegría y la tuya,
no le matéis. Puede que nos beneficie. ¡Adoptémoslo!
Y ellos no presentían [que él sería su destrucción].”
(28:9) Pues Asiah, la esposa del Faraón, era estéril.
Y “Y ellos no presentían [que él sería
su destrucción].” Es decir: dispusimos este plan divino
para que ellos mismos y sin darse cuenta recogieran a Moisés,
quien se convertiría en un motivo de tristeza para ellos
y un enemigo.
Allah escuchó los ruegos de Asiah y la colmó de bendiciones,
guiándola a través de Moisés para que se contara
entre Sus siervas creyentes y moradoras de Su Paraíso.
Pero este niño rechazaba ser amamantado por lo que Asiah
preocupada intentó alimentarlo por todos los medios pero
fracasó. La hermana de Moisés que estaba cerca observando
la situación, pues su madre la había enviado a seguir
los rastros de Moisés para saber cuál era su destino,
se adelantó y les propuso una nodriza que podría amamantarlo.
Allah dice: “Y le dijo [la madre de Moisés] a su hija:
Sigue sus rastros; y ella lo veía de lejos sin que se dieran
cuenta. No permitimos que ninguna nodriza pudiera amamantarlo. Dijo
[la hermana de Moisés]: ¿Acaso queréis que
os indique una familia que puede encargarse de cuidarlo y aconsejarlo
para su bien?” (28:11-12)
Llenos de alegría se dirigieron con ella hasta la casa de
esa mujer, y cuando la madre de Moisés lo vio, lo tomó
en sus brazos abrazándolo fuertemente y lo puso en su pecho
con inmensa emoción. Moisés comenzó a mamar
rápidamente, y ello sorprendió a Asiah, quien al ver
que el niño finalmente se alimentaba se alegró.
Así fue como Allah dispuso que la familia misma del Faraón
devolviera Moisés a su madre quien tanto temió por
él y que además le pagaran por amamantarlo. Dice Allah:
“Y así se lo devolvimos a su madre como nodriza para
que se alegrara y no se entristeciera demasiado por la separación,
y para que supiera que lo que Allah promete se cumple; pero la mayoría
[de los hombres] lo ignoran.” (28:13)
Así pasaron los años hasta que Moisés alcanzó
la madurez y Allah le concedió una gran sabiduría
y conocimiento por lo que cuando hablaba era escuchado, cuando ordenaba
o prohibía era obedecido y cuando intercedía en un
asunto su mediación era aceptada. Moisés
era el hijo adoptivo del Faraón y un miembro más de
su familia. Allah dice: “Cuando se convirtió en adulto
le concedimos conocimiento y sabiduría. Así es como
retribuimos a quienes son benefactores.” (28:14)
Tiempo después, Moisés fue protagonista de un suceso
confuso en el cual mató sin querer a un hombre del pueblo
del Faraón, y por temor a que lo ejecutaran decidió
huir a la tierra de Madian, donde se refugió y permaneció
diez años. Allí se casó, y junto a su familia
emprendió el regreso a Egipto. Y fue en ese camino de regreso
que Allah lo ennobleció con la profecía y con la revelación.
Allí Allah le habló directamente sin intermediarios
ni intérpretes y le ordenó dirigirse ante el Faraón
con las evidencias y pruebas claras, pero éste se ensoberbeció
y lo desmintió. Allah dice: “Pero el Faraón
le desmintió y desobedeció. Luego le dio la espalda
y continuó corrompiendo la Tierra. Y convocó [a su
ejército] y exclamó: Yo soy vuestro Señor supremo.”
(79:21-24)
El Faraón declaró que lo que Moisés había
traído no era más que simple magia y que los magos
que él tenía anularían sus hechizos. Entonces
el Faraón reunió a todos los magos de su pueblo y
desafió a Moisés. Allah dice: “Y cuando arrojaron
[sus cuerdas y varas], dijo Moisés: Lo que habéis
traído es magia y Allah la anulará; ciertamente Allah
no hace que prosperen las obras de los corruptores. Y Allah asevera
la verdad con Su Mensaje, aunque ello disguste a los pecadores.”
(10:81-82) “Y le revelamos a Moisés: Arroja tu vara,
y anulará lo que hicieron.? (7:117) “Y se evidenció
la verdad y también lo vano que habían hecho [porque
sólo era una ilusión]. Y fueron allí vencidos
[los magos] y quedaron humillados. Y se postraron los magos [al
percibir la verdad]. Dijeron: Creemos en el Señor del Universo,
El Señor de Moisés y de Aarón.” (7:118-122)
Cuando el Faraón se quedó sin argumentos y su falsedad
salió a la luz, recurrió a la fuerza y comenzó
a perseguirlos y torturarlos para infundir el temor entre la gente.
El Faraón fue un gran opresor que recurrió a todos
los medios posibles para evitar que la verdad salga a la luz y trascienda.
Allah envió al Faraón y a su pueblo numerosas pruebas
y también numerosos castigos; la inundación, las plagas
de langostas, los piojos, las ranas y la sangre. Allah dice: “Y
nadie sino Él conoce Sus ejércitos. Esto es motivo
de reflexión para los hombres.” (74:31)
Pero todo esto no hizo sino incrementar su soberbia, opresión
y enemistad. Allah dice: “Enviamos entonces contra ellos la
inundación, las langostas, los piojos, las ranas, y la sangre,
como signos evidentes; pero se ensoberbecieron y fueron un pueblo
de pecadores.” (7:133)
Cuando la persecución del Faraón y las terribles torturas
que infligía sobre Moisés y sus seguidores se intensificaron,
Allah le reveló a Moisés que abandonara Egipto, saliendo
con su gente de noche para dirigirse a Sham. Pero cuando el Faraón
supo de su partida reclutó a hombres de todo su reino y formó
un gran ejército para alcanzar a los creyentes y aniquilarlos.
Allah dice: “Entonces, el Faraón [al enterarse de su
partida] envió emisarios a reclutar hombres a las ciudades.
[Diciendo:] Ciertamente ellos [los Hijos de Israel] son sólo
unos pocos, y nos han enfurecido. En cambio, nosotros somos numerosos,
estamos armados y alertas.” (26:53-56)
El Faraón salió con su ejército en busca de
Moisés y sus seguidores y los alcanzaron en el Mar Rojo.
Allah dice: “Y cuando los dos grupos se divisaron, los seguidores
de Moisés exclamaron: ¡Seremos alcanzados!” (26:61)
Los seguidores de Moisés se aterrorizaron al ver que tenían
el mar adelante y el ejército enemigo atrás, pero
el Profeta de Allah les dijo con total convicción y fe en
Allah que Él no los desampararía. Allah dice: “Dijo
[Moisés]: ¡No, no nos alcanzarán! Pues mi Señor
está conmigo, y Él me indicará [qué
hacer para salvarnos].” (26:62)
Allah le reveló a Moisés que golpeara con su vara
el mar y así lo hizo, y entonces el mar se abrió por
voluntad de Allah dejando doce caminos para que los creyentes pudieran
atravesarlo. Las aguas del mar y las olas se separaron formando
enormes murallas por las cuales los creyentes atravesaron felices
de contemplar la protección de Allah.
El Faraón y su ejército intentaron seguirles pero
cuando Moisés y su gente cruzaron el mar por completo las
aguas se unieron nuevamente ahogando al Faraón y a sus huestes.
Allah dice: “Le ordenamos a Moisés [diciéndole]:
Sal de noche con Mis siervos, y abre [por Mi voluntad] el mar dejándoles
un camino de tierra firme [por donde puedan huir del Faraón
y sus huestes], y no temas que os alcancen ni tampoco morir ahogados.
Y cuando el Faraón y su ejército les siguieron, el
mar los cubrió [ahogándoles a todos]. Por cierto que
el Faraón extravió a su pueblo, en vez de guiarles.”
(20:77-79)
Éste es el destino de todos los enemigos de Allah, y es así
como Él castiga a los opresores, desmentidores; y Allah no
es injusto con Sus siervos. Allah dice: “A cada uno [de estos
pueblos] les aniquilamos según sus pecados. A unos les enviamos
un viento huracanado [al pueblo de ‘Âd], a otros les
sorprendió un estrépito [al pueblo de Zamûd],
a otros hicimos que se los tragase la tierra [Qârûn]
y a otros les ahogamos [el Faraón, Hâmân y sus
huestes]. Allah no fue injusto con ellos, sino que ellos lo fueron
consigo mismos.” (29:40)
Esta historia nos enseña que el triunfo y la victoria siempre
son para los piadosos. Allah dice: “La victoria no proviene
sino de Allah, Poderoso, Sabio.” (3:126) “Por cierto
que socorreremos a Nuestros Mensajeros y a los creyentes en esta
vida y también el Día del Juicio cuando comparezcan
los [Ángeles] testigos. En ese día no les beneficiarán
a los inicuos sus excusas, serán maldecidos y tendrán
una pésima morada [en el Infierno].” (40:51-52)
Por otro lado, por más que la mentira se oculte, la falsedad
se propague y arraigue en la gente y los opresores crean que nadie
podrá destruirlos y quitarles su poder, siempre terminarán
humillados, derrotados y aniquilados y la verdad saldrá a
la luz.
El Faraón fue el mayor opresor sobre la Tierra, llegó
incluso a proclamarse divinidad sin ninguna vacilación. Allah
dice: “Dijo el Faraón: ¡Oh, nobleza! No conozco
otra divinidad que no sea yo.” (28:38)
También infundió el temor en su pueblo demostrándoles
su poder: Allah dice: “Y convocó el Faraón a
su pueblo [temeroso que creyeran en Moisés]: ¡Oh, pueblo
mío! ¿Acaso no me pertenece el reino de Egipto, con
estos ríos que corren bajo mi palacio? ¿Acaso no veis
[mi poderío]?” (43:51)
Y denigró al Profeta escogido por Allah para trasmitir Su
mensaje. Allah dice: “Yo soy mejor que éste [Moisés],
que es una persona indigna y apenas puede expresarse.” (43:52)
Pero cuando el castigo de Allah descendió sobre él,
ni su poderío ni su gran ejército pudieron salvarlo.
Allah dice: “Entonces, Allah le castigó en esta vida
[ahogándolo, para que escarmienten los hombres], y también
lo hará en la otra [introduciéndolo en el Infierno].
Ciertamente en ello hay un motivo de reflexión para quien
teme a Allah.” (79:25-26)
Este suceso grandioso en el cual los creyentes salieron victoriosos
del Faraón y su ejército ocurrió el día
10 de este mes de Muharram.
Al Bujari y Muslim registraron que ‘Abdullah Ibn ‘Abbas
narró: Cuando el Mensajero de Allah llegó a Medina
encontró que los judíos ayunaban el día 10
de Muharram, entonces les preguntó: “¿Por qué
ayunáis este día?” Y le dijeron: Este es un
día grandioso. En él Allah salvó a Moisés
y a sus seguidores y ahogó al Faraón y a sus huestes.
Moisés ayunaba este día en agradecimiento a Allah
y por eso nosotros también lo hacemos”. Entonces el
Mensajero de Allah exclamó: “Nosotros tenemos más
obligación que ustedes de seguir el ejemplo de Moisés”.
Y luego ordenó a sus compañeros que lo ayunen.
Antes de que se prescribiera el ayuno de Ramadán ayunar el
día de ‘Âshûra' era obligatorio, pero luego
quedó como un acto voluntario altamente recomendado.
Hafsah dijo: El Profeta jamás abandonó el ayuno de
‘Âshûra', el ayuno del día 10 de Dhul Hiyyah,
el ayuno de los tres días de luna llena cada mes y las dos
Raka‘at antes de la oración del Fayr”.
El Mensajero de Allah explicó que ayunar ‘Âshûra'
expía los pecados cometidos durante un año y dijo:
“A quien ayuna ‘Âshûra' Allah perdona sus
pecados cometidos durante el último año”.
La mejor forma de seguir la Sunnah es: ayunar un día antes
y también un día después. Luego le sigue ayunar
el día 9 y el día 10 de Muharram y finalmente ayunar
sólo el día 10.
Y si bien, la recompensa prometida para quienes ayunen este día
es alcanzada ayunando únicamente el día 10, lo mejor
es ayunar o un día antes o un día después.
Además es importante recordar que ayunar durante el mes de
Muharram tiene muchas recompensas. Abu Hurairah narró que
el Mensajero de Allah dijo: “El mejor mes para ayunar después
de Ramadán es el mes de Muharram, y la mejor oración
después de las obligatorias es la que se realiza durante
la noche”.
¡Allah! Guíanos para que podamos contarnos entre los
que siguen el ejemplo de Tu Mensajero y trasmiten la fe en Ti mensaje
en todo momento. Y guíanos también para contarnos
entre quienes Te invocan y recuerdan siempre y entre los que te
agradecen y adoran con sinceridad.
Que Allah nos bendiga con el Grandioso Corán y nos guíe
para que Le temamos como Se merece. Y pido a Allah que perdones
nuestros pecados, pues Él es Absolvedor, Misericordioso.
Jutba
del 1 de Muharram de 1430 de la Hégira, acorde al viernes
18 de Diciembre de 2009
Pronunciada por el Sheij Muhammad Al Ruwaily, en la mezquita de
Palermo, Bs As.
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Diez de Muharram, el Día de Ashura
Por Ibrahim Halil Baba Al Cerrahi
<<volver
En el mes sagrado de Muharram para quien lo desee se sugiere
ayunar los primeros once días de este mes, y para aquellos
que puedan hacerlo. Este mes se lo concidera un mes de Duelo
por el martirio del Iman Huseyni. |
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Sobre el Décimo Día de Muharram y su Importancia
"El número de meses para Allah son doce, en el libro
de Allah, el día en que creó los cielos y la tierra.
De ellos, cuatro son sagrados. " (Bara’t 9:36)
El
primer mes del año es Muharrem y el primero de los meses
sagrados es el mes de Muharrem. Que Allah El Altísimo bendiga
a mis hijos, a toda la Ummeti Muhammed y a toda la humanidad con
fe, razón, paz y prosperidad.
El
décimo día de Muharrem es de gran importancia. Cuando
el Mensajero de Allah llegó a Medina, encontró a los
Judíos de la ciudad ayunando ese día. Cuando les preguntó,
le contestaron que estaban celebrando la victoria del Profeta Moisés
sobre el Faraón, cuando Allah El Altísimo ahogó
al ejército del Faraón en el Mar Rojo. Y el Mensajero
de Allah respondió: "Tenemos aún mas derecho
a ayunar en este día." Pero para distinguir a los Musulmanes
de los Judíos le ordenó a su gente que ayunara el
día anterior, el noveno día de Muharrem.
El
día décimo de Muharrem, inshallah, ayunaremos ese
día y nos reuniremos para romper el ayuno y luego realizar
la oración especial informada por Hadrat Ibn Abbas, r.a.,
que consiste en cuatro ciclos, en cada ciclo recitando la Sura Fatiha
una vez y la Sura Ihlas cincuenta y una vez. Después de la
oración, recitaremos setenta salawats al Profeta (saws)
En
un hadiz registrado por Ibn Abbas r.a., Rasulallah, saws, dice.
"Cuando ayunan en el bendito día de Ashura, Allah El
Altísimo los recompensará con ayuno y oraciones equivalente
a sesenta años. Recibirán recompensas equivalentes
a las de mil mártires, recompensas equivalentes a las bendiciones
que habitan en los siete cielos. Si alguien ofreciera a un creyente
un banquete al romper el ayuno, recibirá las recompensas
como si hubiese alimentado a toda la Ummeti Muhammad.
"Si
muestran amor y compasión y acarician la cabeza de un huérfano
o un niño pobre, Allah aumentará su nivel en el Paraíso
tanto como los pelos en la cabeza de ese niño."
Luego
Hadrat Omar, r.a. le preguntó al Profeta saws, cual era la
importancia de este día por sobre los demás días,
el Mensajero de Allah saws respondió: "Allah El Altísimo
creó Su Trono, Su Escaño, Su Tabla Sagrada y Lápiz
en este día. Creó a Gabriel (as), y a todos los ángeles
en ese día. El creó los cielos, las estrellas y la
tierra ese día. La primera lluvia cayó en la Tierra
ese día, creó a Adán, as, en ese día,
lo puso en Su paraíso y le perdonó su pecado por comer
el fruto prohibido. El profeta Abraham nació en ese día;
Allah lo salvó del fuego de Nimrod y salvó a su hijo
Ismael de ser sacrificado en ese día. Tomó al Profeta
Idries y lo llevó a los cielos. Y curó la enfermedad
del profeta Ayyub. Perdonó los pecados al profeta David,
y le dio a su hijo, Salomón, su reino ese día."
"El
arca de Noé encontró tierra segura en el monte Judi
en ese día. El profeta Moisés se salvó del
ejército del Faraón, el profeta Jonás salió
del estómago de la ballena y Jesús fue llevado a los
cielos en ese día. El fin de los mundos llegará el
día décimo de Muharrem. Si alguien toma ablución
total en el día de Ashura, con excepción de la enfermedad
que le causará su muerte, estará a salvo de cualquier
otra enfermedad. Quien da en forma generosa de lo suyo a aquellos
que están en necesidad, Allah aumentará su riqueza
el resto del año. Quien celebre este día no sentirá
dolor cuando le llegue el momento de la muerte.
Abu
Huraira, informa que el Mensajero de Allah saws, dice: "El
mejor ayuno en la opinión de Allah El Altísimo, después
del ayuno del mes de Ramadán, es ayunar en el día
de Ashura, en el mes de Muharrem; y la mejor oración después
de los rezos obligatorios es el rezo de la noche en el décimo
día de Muharrem."
El
Martirio del Iman Husseyni
Sin embargo esa noche es también una noche de pesar
para los Musulmanes, pues esa noche el amado del Amado de Allah
Hadrat Husein r.a, fue martirizado en un lugar llamado Kerbubela
en Iraq. Brevemente el incidente fue así.
Después
que El Amado de Allah se fue donde su Señor, parte de los
territorios Islámicos cayeron bajo el dominio de tiranos.
El pueblo de Iraq, escribió muchas cartas y envió
muchos mensajeros al amado nieto del Profeta, Hadrat Husein, r.a,
el hijo de la bendita Fátima, r.a, y Hadrat Ali, r.a, quienes
ya habían dejado este mundo. Le rogaban que fuese y los salvara
de la tiranía de su regidor.
Aquellos
que dicen que este no es un día para celebrar, sino para
lamentar, también se atreven a criticar al Imán Husein,
por no tomar en cuenta el consejo de los ancianos en Medina de no
ir.
Aquellos
que aman al Amado de Allah y aquellos a quien el amó, debieran
saber que ellos no actúan de acuerdo a la lógica común
sino de acuerdo a lo que les ordena Allah. Porque no es la lógica
sino Allah quien los guía. Algunas veces son guiados a sacrificarse
a sí mismo y a sus amados para ser una lección para
aquellos que vendrán después, van a la muerte sabiendo
lo que les va a suceder, aceptándolo.
Se
dice que cuando Hadrat Husein, r.a, montó su caballo para
ir a Kerbubela, su hermana, Hadrat Zeyneb r.a, le rogó diciendo:
"Tu sabes bien lo que los enemigos de nuestro abuelo y de nuestro
padre, y tu hermano, nuestro tío les hicieron. ¿Adónde
vas? Seremos destruidos si tú eres destruido." Hadrat
Husein les pidió que miraran al cielo y Allah les mostró
lo que le iba a suceder. Su hija Sukaynah, gritó y dijo:
"Oh padre te están haciendo pedazos." Y él
le contestó: "Si, voy viendo lo que ves y sabiendo cual
será mi final."
Cuando
con su pequeño grupo de seguidores llegó a Kerbubela,
donde habría de juntarse con el pueblo de Iraq que lo había
llamado para salvarlos, no encontró a nadie. Se habían
unido al enemigo y se encontró rodeado. Se quedaron en un
lugar donde no había agua para tomar ni tampoco les dieron
agua. Antes que la batalla comenzara Hadrat Husein con su bebé
sediento en sus brazos, le dijo al enemigo: "¿No nos
habían invitado a venir?, ¿No nos pidieron ayuda?
¿No tienen vergüenza? ¿No nos reconocen? Yo soy
el hijo de Hadrat Fátima, el nieto de su Profeta ¿Acaso
he herido a alguien entre ustedes que quiera buscar venganza? La
respuesta fue una flecha que mató al bebé en sus brazos.
Después de esto desenvainó su espada. Mientras se
defendía, quien le atacase era aniquilado, entonces escuchó
a su Señor decir: "Oh amado de Mi Amado, te he enviado
para que cayeras como mártir y estás actuando como
un héroe." Mientras oía esto, cayó herido.
Tenía setenta y tres heridas en su cuerpo.
Mientras
masacraban a hombres, mujeres y niños; todos miembros de
la familia del Profeta, los malditos que se llamaban a sí
mismo Musulmanes decían: "Apresurémonos con esto
o llegaremos tarde para el rezo del mediodía." Aún
en nuestros días esto continua por lucro, poder y fama. Aquellos
que dicen ser Musulmanes, no dudan en matar y torturar a otros seres
humanos y a otros Musulmanes en nombre de la religión.
Todas
las bendiciones sean para Allah, hay algunos que aún no tienen
el espíritu del sultán de los mártires que
siguen la orden del amado de Allah: "Cuando un Musulmán
encuentra tiranía, debiera eliminarla con sus manos. Si es
incapaz de hacerlo, debiera tratar con su lengua. Si es incapaz
de incluso aquello, debiera al menos sentir una profunda compasión
en su corazón por los tiranizados, y rogar a Allah para que
los salve. Esto último es lo mínimo de la verdadera
fe."
En
este día también celebramos a aquellos que tienen
las huellas del espíritu del amado del Amado de Allah, Hadrat
Husein r.a.
Otros
sucesos en ese día
Este Día de Ashura, el décimo día de Muharram,
ha sido un día particularmente bendito. Fue en este día
que el venerado Jonás fue liberado de la barriga de la ballena;
que el Arca del venerado Noé descansó en la Montaña
Judi, mientras su prueba llegaba a su fin; Abraham fue rescatado
del horno de Nimrod; que el venerado Moisés triunfó
sobre el Faraón y los Niños de Israel fueron liberados
de la cautividad; un día en que Jesús fue elevado
a los cielos.
Todas
estas cosas pasaron en el Décimo Día de Muharram.
Pero este mismo Día de Ashura también fue el día
del martirio para el venerado Husayn, el nieto del Mensajero. Es
por consiguiente exteriormente un día de dolor para los creyentes,
cuando ellos revocan cómo el Imán alcanzó el
rango de mártir en las manos de los tiranos.
Este
día es también el día de realización,
cuando la Estación de Plausibilidad fue conferida totalmente
al Mensajero, con en él sea la paz, que ningún otro
Profeta había podido lograr, y el día de salvación
para los creyentes que se acongojan por el suceso del venerado Husayn
y su casa. Exteriormente un día de infortunio, es en la realidad
el día que marca el sacrificio hecho por el Imán Husayn
para enseñar a la Comunidad el no obedecer a un tirano o
a la tiranía y, si es necesario, el ofrecer la vida de uno
por esta causa.
Ibrahim Halil al Cerrahi
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Horarios del Salat para Enero en Bs. As.

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ciudades clic aquí>
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Sheykh
Tugrul Efendi (der) y Sheykh Tosun Baba (iz) |
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Los Peligros y las Pruebas
Sohbet de Tasun Baba
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SOJBET
DEL SHEIJ TOSUN BABA DESDE NEW YORK
6 DE MARZO DE 2004.
(Cas.1/6) |
Este Ijvan, gracias, no solo por el hecho
de seguir la Shariá, hacer nuestras oraciones, ayunar durante
el Ramadán y pagar nuestro Zakat y que muchos de nosotros
hayamos ido al Hayy, y al mismo tiempo en cuanto nos es posible,
seguimos el adab de Muhammad (byp) y al mismo tiempo, como es tradición
en el sufismo, servimos a otros seres humanos en necesidad, pero
especialmente gracias por el servicio con que Allah Hu Ta´ala
nos ha bendecido a este Ijvan, siéndolo capaces de hacerlo.
Me
parece que hemos llegado a un punto donde uno siente una sensación
de seguridad, bueno, hago mis oraciones, hago mi tesbih, voy al
dergah, pago mi Zakat, hago esto y aquello, así que estoy
bien y tengo una sensación de que cuando aparece este estado,
hay grandes peligros – que Allah Hu Ta´ala nos proteja
– hay peligro en puerta. Esto es lo que quiero advertirles.
Hay personas que no saben, porque de acuerdo a la Shariá,
los menores de edad, los locos, los enfermos, no tienen responsabilidades,
son perdonados por Allah Hu Ta´ala. Un niño que muere
antes de la edad de la pubertad, se va derecho al Paraíso.
Pero las obligaciones aumentan con el avance espiritual. En la Tarika,
contra más avanzas, tus deberes se incrementan, tu tesbih
se incrementa, y así como se incrementan, también
se incrementan los peligros y tengo que advertirles esto…
Una
vez un sultán, por alguna razón, rompió su
ayuno adrede, en Ramadán y fue al Sheij y le preguntó
que se suponía que él debía hacer: “Dejé
de ayunar un día a propósito”, bueno le contestó
el Sheij del Islam :”Tienes que ayunar 60 días más
uno, para pagar por ese día”.
El Sultán le dijo: “yo sé Fikr, hay otras alternativas,
por ejemplo puedo darle la libertad a un esclavo o puedo alimentar
a 600 personas”, “Cierto, contestó el Sheij,
pero eso es para gente común, pero tú eres un ejemplo
para las personas, posees un estado muy elevado y eres muy conocido,
por lo que tienes que pagar más porque sino tu castigo va
a ser mayor”.
Todos
sabemos lo que le pasó a Hz. Hallaj al Mansur, esto está
relatado por Hz. Ibn el Arabi. Cuenta que estaba una noche en un
lugar hermoso y había un grupo de gente muy hermosa, y se
preguntó que donde estaría y quienes serían
esa gente tan hermosa. Una de esas personas hermosas se le acercó
y se le presentó como el Profeta Hud (as) y Hz Ibn el Arabi
le preguntó entonces que quienes eran las otras personas.
El Profeta Hud le contestó que esas personas eran los 240.000
Profetas anteriores a Hz. RasulAllah (saws) y que se habían
reunido allí para pedirle a RasulAllah que perdone a Hz.Mansur
al Hallaj. Ibn el Arabi le preguntó que qué era lo
que había hecho Hz. Mansur que RasulAllah había estado
enojado con él por 300 años (esto sucedía 300
años después que Hz. Mansur fuera castigado con la
espada de la Shariá). Le explicó que Allah en la Sura
Duha dice que Él le iba a dar a RasulAllah todo lo que quisiera
hasta estar totalmente satisfecho y que se lo había dicho
a RasulAllah en el Mirayy. Cuando Allah Hu Ta´ala le propuso
que perdonase o que hiciere lo que quisiese, la respuesta de RasulAllah
fue “Oh Señor, pido Tus bendiciones y tu perdón
solo para Ibadi Alli Salihim, para el verdadero Habib, el servidor
veraz y entonces limita la Rahma de Allah Hu Ta´ala a los
Habib y a los Salih. Entonces, Hallaj al Mansur en una de sus jutbas,
interpretando la Sura Duha, critica (Astagfirullah) a RasulAllah
(saws) y dice que si hubiese sido él, a quien Allah Hu Ta´ala
le hubiese ofrecido tal beneficio, él le hubiese pedido que
perdonara a todos los cristianos, los kufars, los budistas, a todos
y Hallaj había soñado con RasulAllah una noche y le
decía “Ya Hallaj, no sabes acaso que ni mis palabras
ni mis acciones salen de mí, no tengo Tasaruf, no tengo voluntad,
Allah Hu Ta´ala me usa de acuerdo a Su voluntad, yo no tengo
nada para decir, todo lo que digo, es Él que me hace decirlo,
lo que hago, es Él que me hace hacerlo.”
Este
es el nivel de Faná Fillah, él no tiene voluntad propia.
Siguió diciendo: “Ya Hallaj, tú deberías
saber esto, y vas a pagar por esta crítica con unas palabras
que un día van a salir de tu boca, que no vas a ser tú
quien las diga, sino que será Allah que dirá Annal
Haqq (Yo soy la Verdad) y serás castigado con la espada de
la Shariá.”
Nosotros
no somos Hz. Hallaj al Mansur ni tampoco somos sultanes, pero somos,
espero, personas que hacen sus oraciones cinco veces al día,
que hacen su Tesbih y pagan su Zakat, ayunan en Ramadán y
si pueden van al Hayy, y lo hacemos lo mejor que podemos. RasulAllah
(saws) dice que estas cosas que son Sunna para ustedes, para mí
son fars, por lo tanto si haces tu Sunna, no solamente estás
expresando tu cariño, tu amor y tu apego a RasulAllah (saws),
sino que esencialmente estás haciendo la forma más
elevada de fars.
¿Ahora,
que sunna hacemos?
A menudo, espero, que hagan la sunna de las oraciones. La sunna
se divide en dos, hay sunna personal que uno tiene que vestirse
con ropa limpia, este es un signo del musulmán, no solamente
el estar limpio exteriormente, sino interiormente también
y se supone que tiene que cortarse las uñas, afeitarse el
vello de los brazos y dejarse la barba, pero ¿a quien le
importa si se cortan las uñas o están limpios?, eso
es algo de lo que uno mismo saca provecho, pero hay otra sunna,
que es llamada la sunna social que es mucho más importante
que la otra. Por ejemplo, él (RasulAllah) estaba diciendo,
“Oh, mi hijo adoptivo, Annas Ibn Malik, escúchame,
si día tras día y noche tras noche puedes mantener
tu corazón limpio de todo tipo de hostilidad, de todo tipo
de venganza hacia alguien, sé así, porque yo lo soy
todo el tiempo”. ¿Hacen esto? ¿Son así
con su esposa o esposo, de no sentirse hostiles o enojados con sus
esposas o sus hijos, o sus vecinos o con el Sr. Bush?
Quien diga que no, que no ha tenido este tipo de sentimientos en
su corazón, de venganza, hostilidad o enojo, estaría
mintiendo.
Él
(RasulAllah) dice también que el que come mientras su vecino
está hambriento – hoy el mundo es pequeño y
el vecino es palestino, afgano – su Islam no es verdadero.
Él dice “Si mientes, no eres uno de los nuestros”.
La limpieza es el signo de un musulmán. Estas son sunnas
sociales, ¿cuántas sabemos y cuantas practicamos?
Alhamdulillah, debo decir que este jemmad de acá, que muchas
personas tratan de aprender, las mil cosas que se dicen que uno
debe hacer y las mil cosas que dicen que uno no debe hacer. Son
más de mil de cada uno, pero ¿cuántas sabemos?
Bueno,
al menos tratamos de saber y conocerlas, aunque no tengamos un éxito
perfecto, pero algo, algo hacemos.
Realmente
estoy contento, orgulloso y los quiero mucho también, pero
siento que esta situación, cuando uno llega a este punto,
hay dos peligros, uno es que tu ego está muy enojado, está
acorralado contra la pared, está muy descontento, tu nafs
ammara está restringido y se está enojando cada vez
más y va a hacer su mejor esfuerzo para engañarte,
para distraerte y para llevarte al desastre y les estoy pidiendo
que sean muy cuidadosos.
No
solamente tenemos que cuidarnos de nuestro nafs ammara, también
tenemos que ver las pruebas de Allah Hu Ta´ala, porque cuanto
más elevado estás, las pruebas serán más
duras, más difíciles. Piensen en RasulAllah (saws),
en Hz. Hud (as), en Jesús (as), que cuanto más avanzaban,
más preparado te encuentran para enfrentarlas, estás
preparado para combatir con uñas y dientes con tu nafs ammara.
Tu Amigo te pondrá pruebas y tu enemigo tratará de
hacerte resbalar. Por lo tanto tengan mucho cuidado, tengan mucho
cuidado, tengan mucho cuidado, porque veo ciertos signos de esto,
el demonio está asomando su cabeza y les ruego que tengan
cuidado.
Tenemos
ejemplos de esto, teníamos alguien acá, que no voy
a nombrar, alguien que amábamos mucho y era de los mejores
entre nosotros... se resbaló y está afuera. Acabado.
Nunca,
nunca, se sientan seguros
Cuando Allah Hu Ta´ala echó fuera del paraíso
al Sheitán al aim, Yibril (as) lloró y Allah Hu Ta´ala
le preguntó porque lloraba, si era porque sentía pena
por Sheitán al aim. (Algunos dicen que Sheitán al
aim era un yinn o un ángel). El punto es que RasulAllah (saws)
cuando fue al Mirayy, vio palacios de rubíes y todo tipo
de piedras preciosas y le preguntó a Yibril (as) de quienes
eran esos palacios, de que profeta eran. Yibril le contestó
que eran los palacios de Sheitán al aim, que se llamaba Harís,
¿saben lo que significa Harís? Significa ambicioso,
¿pero de que tenía ambición?
No quería ser famoso, ambicionaba la aprobación de
Allah Hu Ta´ala.
Rezó por miles y miles de años y eso lo volvió
arrogante por sus logros, y vean como cayó.
Nunca
se sientan seguros, y me incluyo en ello, caminen en puntas de pie,
mirando donde pisan.
As Salam Aleikum
...
Esta es una advertencia, es pero que hayan escuchado.
No es un castigo. ¿Porqué nos castigaría Allah
Hu Ta´ala, si estamos haciendo lo mejor que podemos? Lo que
si es posible es que nos ponga pruebas más difíciles,
mientras nuestro Sheitán privado está realmente muy
enojado y usará todos sus trucos para hacernos caer, así
que tengan cuidado por ambos lados: por un lado, paciencia y por
el otro, batallar.
Batallen
con el nafs ammara y tengan paciencia con las pruebas de Allah Hu
Ta´ala.
Allah Hu Ta´ala dice: “Estoy junto al que tiene paciencia”.
Si pierdes tu paciencia, gritando y reclamando, entonces has fallado.
Esperamos recompensas, ¿no es cierto? Pero pensemos, ¿qué
haces para poder respirar?
Mi Effendi solía decir que uno debería decir dos veces
Alhamdulillah, una cuando inhalas y otra cuando exhalas, y no nos
damos cuenta realmente. Hacemos una cosita aquí y otra allá
y ya queremos la recompensa de Allah Hu Ta´ala. ¡Un
poco de Hayá!
El
Islam se practica 24 horas al día, no como otras religiones
que son para un día a la semana. No significa esto que te
tienes que pasar las 24 horas rezando. El otro día leí
que el Ibad es hacer algo difícil de hacer, algo que parece
difícil de hacer: ¡Ah, esto otra vez, no, no tengo
ganas de hacerlo! Bueno, si lo haces es Ibad, no es oración,
no es ayuno, no, eso es Ibad. Me acordé ahora que mi esposa
me había pedido que moviera unos sacos de arena y los pusiera
en un arenero que tengo para mis nietos y no sé porqué,
tenía la intención de hacerlo ayer, y pasó
una cosa y otra más y todavía no lo hice, pero es
Ibad, mañana por la mañana lo haré, aunque
no he querido hacerlo y le busqué la vuelta. Esta situación
la vivimos continuamente con nuestra esposa, hijos.
Cuando
haces eso que tu nafs no tiene ganas de hacer, eso es Ibadat.
(...) Yo les cuento lo que leo, ¿ustedes leen? Algunos estuvieron
aquí por treinta años, ¿cuántos libros
leyeron sobre el Islam y que sabemos?, ¿nada? ¿Si
no lees, como vas a aprender? con sólo venir aquí
una vez a la semana y que yo les cuente lo poco que se por una hora,
eso no es suficiente, no es suficiente…
Tosun Bayrak Efendi
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Artículos
Sobre las Consecuencias del Tadbir
Ibn
‘Atâ’ Allah al-‘Iskandari
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Acepciones de Tadbir: Determinación, consideración,
decisión, gestión, programación.
Fue
su propio tadbîr lo que condujo a Adán, la paz sea
con él, a comer del árbol prohibido.
Satanás dijo a Adán y Eva, la Paz sea con ambos:
“Vuestro Señor sólo os ha prohibido este árbol
para que no seáis ángeles o eternos moradores”
(C. VII.20).
Adán, la Paz sea con él, reflexionó y quedó
convencido de que la morada eterna junto al Bienamado era lo más
deseable y, por tanto, era preferible transformar el estado ‘adámico’
en estado angélico, bien porque el estado angélico
sea superior o bien porque Adán así lo creyese.
Cuando Adán se propuso, la Paz sea con él, este objetivo,
comió del árbol, ¿y qué le condujo a
ello sino la aparición del propio tadbîr? |
Fue la Voluntad de Dios que, de esta manera,
descendiese a la Tierra y hacerle Su representante en ella. Menguó
en el aspecto formal pero creció en su contenido espiritual.
Por eso afirma el shaij Abû-l-Hasan, Dios tenga misericordia
de él: “¡Por Dios! Dios no hizo descender a Adán
a la Tierra con el fin de privarle de nada, lo hizo con el fin de
completarle”.
Continuó elevándose hacia Dios, unas veces, por la
escala de la proximidad y la elección, otras, por la de la
bajeza y la necesidad. Esta es la realización más
completa.
El creyente debe estar convencido de que todo Profeta y Enviado
es llevado siempre de un estado a otro más perfecto. Presta
atención a lo que Dios ha dicho: “La Otra Vida es mejor
para ti que la presente” (C. XCIII.4). Ibn ‘Atiya [i]
comenta: “El estado posterior es mejor que el precedente cuando
ya has conocido éste”.
Si
has comprendido bien te darás cuenta de que a Dios ¡glorificado
sea! Le corresponde decidir y gobernar. Había predeterminado
poblar la Tierra con los hijos de Adán, que entre ellos apareciesen
hombres virtuosos e injustos consigo mismos y que la ciencia de
Su Designio se realizase y manifestase plenamente.
Dios,
exaltado sea, quiso que, por medio del Árbol, Adán
descendiese a la Tierra y que su descenso sirviera para que Dios
le concediese Su representación en ella, jilafah. Por eso
el shaij Abû-l-Hasan, Dios esté satisfecho de él,
dice que “en pago a una desobediencia se le concedió
el honor de la representación y se aceptó el arrepentimiento
de toda su posteridad hasta el Día de la Resurrección”.
El descenso de Adán a la Tierra se produjo por disposición
del Decreto Divino antes de que se creasen los Cielos y la Tierra.
El shaij Abû-l-Hasan dice:
“¡Por Dios! Él ha hecho descender a Adán
a la Tierra antes de que fuera creado, pues afirma: ‘He de
poner en la Tierra un representante’ (C. II.30). Por lo tanto
formaba parte de la excelencia del tadbîr de Dios con Adán
hacerle comer del Árbol, que descendiera a la Tierra y, así,
colmarle con el cargo de representante y guía.
A
continuación vamos a tratar de los beneficios y privilegios
que Adán, sobre él la Paz, recibió gracias
a este acontecimiento, para que comprendas que los elegidos tienen
una condición que no posee nadie más que ellos, porque
Dios les ha concedido algo que sólo a ellos concierne.
En el hecho de que Adán comiese del árbol y viniese
a la Tierra hay una serie de beneficios: Adán y Eva, la Paz
sea con ambos, estuvieron en el Paraíso y pudieron conocer
el Sustento, el Don y la Excelencia Divina. Dios quiso, por el misterio
oculto de la gracia de Su tadbîr, que comiesen del árbol
para hacerles conocer la magnanimidad, hilm, el pudor, sitr, el
perdón, magfira, el arrepentimiento, tawba, y la elección,
iytiba’iya.
1.La magnanimidad fue que no se les castigó inmediatamente
después de cometer la falta. Magnánimo es quien no
se apresura a castigarte por lo que haces, sino que te tolera hasta
que te perdona y te agracia, o bien te trata duramente y te castiga.
2.Dios les hizo conocer el pudor cuando comieron del árbol
y se hicieron evidentes sus vergüenzas, al desaparecer las
prendas del Paraíso, y se cubrieron con hojas: “Y se
pusieron a coser hojas del Paraíso” (C. XX.121), debido
al sentimiento de pudor.
3.Dios, glorificado y exaltado sea, quiso hacerle conocer Su Elección
y le estableció sobre dos estaciones: el arrepentimiento
y la guía divina. Así, Dios quiso que Adán
conociese la anterioridad de Su Elección y de Su Asistencia.
Dios decretó que comiera del árbol, pero no dispuso
que comer del árbol fuera un medio de apartarse de Él
ni de cortar con el flujo de Su Gracia; todo lo contrario, fue un
modo de manifestar Su Amor y Su Atención con él. Los
maestros dicen que “a quien la Divina Providencia elige no
le echan a perder las faltas”. ¡Cuántas veces
la desobediencia acaba con el amor! Amor auténtico es el
de quien te ama tanto cuando eres fiel como cuando le faltas.
La afirmación, “Luego su Señor le escogió”
(C. XX.122), no quiere decir que el hecho de escogerle ocurriese
entonces. Fue anterior a su existencia. Lo único que sucedió
después del pecado es que se manifestó la prueba de
Su Elección. Lo que Dios quiere decir con “Luego su
Señor le escogió”, es que le mostró la
prueba de Su Elección y de Su Asistencia, facilitándole
el arrepentimiento (la vuelta hacia Él) y Su guía;
y termina con las palabras: “Luego su Señor le escogió,
aceptó su arrepentimiento y le guió” (C. XX.122).
Tres aspectos que son resultado uno de otro: la elección,
la aceptación y la guía.
Debes comprender que, al hacerle descender a la Tierra, Adán
pudo conocerle en la Sabiduría de Su Ciencia, igual que en
el Paraíso Le reconocía por los destellos de Su Omnipotencia.
Por eso, como este mundo es el dominio de las causas intermediarias,
cuando Adán, la Paz sea con él, descendió a
la Tierra, aprendió a arar, a cultivar y a todo aquello que
precisaba como medios de vida.
Dios le hizo realizar lo que ya antes de descender le había
enseñado: “Que no os expulse (a ambos) (Satanás)
del Paraíso pues serás desgraciado” (C. XX.117).
A lo que se refiere con “serás desgraciado” es
a la fatiga de las condiciones manifestadas, no a la desgracia como
algo opuesto a beatitud. La prueba de esto es que dice “serás
desgraciado”, no dice “seréis desgraciados (ambos)”
[ii] ya que la fatiga y la carga es algo propio del hombre y no
de la mujer. Dios, exaltado sea, ha dicho: “Los hombres son
responsables de las mujeres porque Dios les dio la preferencia”
(C. IV.34). Si hubiera querido indicar que tal desgracia fue causada
por la ruptura o por el alejamiento, habría dicho: “seréis
desgraciados”. El singular indica que esa desgracia no significa
ruptura ni alejamiento. De todas formas, y en cualquier caso, tendríamos
que pensarlo mejor e interpretarlo como hemos comentado [iii].
El hecho de comer del árbol no fue una oposición ni
una transgresión de Adán, la Paz sea con él.
Pudo tratarse tan sólo de un olvido. Se puso a comer sin
recordar el mandato, como ha dicho algún maestro de acuerdo
con la palabra de Dios: “Habíamos hecho un pacto con
Adán anteriormente, pero olvidó y no encontramos resolución
en él” (C. XX.115). O quizás sí que recordase
el Mandato y, a pesar de eso, deseó hacerlo; pero si lo deseó,
fue sólo porque se le había dicho: “Vuestro
Señor os ha prohibido este árbol para que no seáis
unos ángeles o moradores eternos” (C. VII.20). Fue
el amor por Dios y el deseo ardiente de Él lo que le llevó
a procurarse la eternidad de la compañía y la permanencia
en Él, buscando el estado angélico, ya que Adán,
la paz y la bendición sean con él, había podido
contemplar directamente la proximidad de los ángeles con
respecto a Dios. Comiendo del árbol trató de conseguir
la condición angélica, porque ésta sea superior
o porque así lo creyese él. Del mismo modo hay divergencias
entre la gente de la Ciencia y del Conocimiento sobre la superioridad
del estado angélico y el profético. Además,
Él, glorificado sea, añade: “Y les juró
(Satanás): soy un buen consejero vuestro” (C. VII.21).
Adán pensó que, quien jurase por Dios, no podría
mentir, como dice a continuación: “Les hizo caer con
engaño” (C. VII.22).
Cuando
Adán comía (en el Paraíso) no le causaba ningún
trastorno, sólo tenía una secreción como la
del almizcle —igual que la tienen los que entran en el Paraíso—
pero, al comer del árbol prohibido, tuvo necesidad de evacuar
su vientre. Entonces escuchó: “¡Adán!
¿dónde podrás hacerlo? ¿En los estrados,
en los lechos o en las orillas de los ríos? Desciende a la
Tierra, en la que es posible hacer tal cosa”. Cuando se produjo
la desobediencia pagó sus consecuencias. ¿Cómo
no va a traer consecuencias actuar con desobediencia? ¡Tenlo
en cuenta! [iv].
MEDITACIÓN
Todo
lo que Dios ha prohibido es un árbol y el Paraíso
es la presencia de Dios.
A Adán, que es tu corazón, y a Eva, que es tu alma,
se les dijo: “no os aproximéis a este árbol
pues formaríais parte de los extraviados”. Adán,
cuando comió del árbol, fue preservado por la Asistencia
Divina y descendió a la Tierra como representante, mientras
que tú, cuando comes del árbol prohibido, desciendes
a la tierra de la ruptura, ¿comprendes?.
Si disfrutas del árbol prohibido sales del paraíso
de la concordia hacia la tierra de la discordia, y tu corazón
será desgraciado.
El
momento de la ruptura sólo causa la desgracia del corazón,
no del alma, porque la ruptura coincide con los deleites, los caprichos
y las distracciones del alma humana.
Dios, exaltado sea, se dio a conocer primero a Adán, la Paz
sea con él, en la creación existencial, y él
Le invocó por su nombre de Todopoderoso, Qadîr. Luego
en la elección providencial, y Le imploró como Aquel
que escoge a quien desea, Murîd. Después se le dio
a conocer en la determinación de Su Decreto al prohibirle
comer del árbol, y Le invocó como Juez de todo decreto,
Hakîm. A continuación por haber decidido que comiese
de él, y Le invocó por Su nombre de Constriñente,
Qahir. No le castigó de inmediato, por su falta al comer
del árbol, y Le invocó: “¡Oh Magnánimo!”,
Halîm. No le echó en cara su falta y Le invocó:
“¡Oh El que cubre!” Sattâr. Se volvió
arrepentido hacia Él y Le invocó: “¡Oh
El que acepta al arrepentido!” Tawwâb. Le mostró
que comer del árbol no le privaba de Su Amor y Le invocó:
“¡Oh Señor del Amor!” Wadûd. Después
le hizo descender a la Tierra y le facilitó los medios de
vida, y Le invocó: “¡Oh El que trata con benevolencia!”
Latîf. Le fortaleció para realizar su misión,
y Le invocó: “¡Oh Socorredor!” Mu‘in.
Le hizo contemplar el secreto del acto de comer, de la prohibición
y del descenso, y Le invocó por la ciencia de Su sabiduría,
Hakîm. Le socorrió frente a enemigos y trampas, y Le
invocó: “¡Oh Salvador!” Nasîr. Le
ayudó a cumplir con las obligaciones de la servidumbre, y
Le invocó: “¡Oh Sostén de todas las cargas!”
Zahîr.
Le
hizo descender a la Tierra para que se realizase plenamente toda
posibilidad de ser y se cumpliesen las condiciones propias de cada
una de ellas. En Adán, la Paz sea con él, se realizaron
completamente las dos estaciones de la servidumbre: la que corresponde
al libre devenir de las disposiciones divinas, tasrîf; y la
que corresponde a la carga propia de las condiciones de la existencia,
taklîf. El favor y el beneficio que Dios le hizo fue inmenso,
¡fíjate bien!
Toda estación en la que se encuentre el servidor tiene su
fundamento en la estación de la servidumbre, y todas las
estaciones sólo son funciones dependientes de esta estación.
La prueba de que la servidumbre es la más noble estación
está en todas estas afirmaciones de Dios, glorificado y exaltado
sea: “¡Gloria a Aquel que trasladó en una noche
a Su siervo!” (C. XVII.1), “Lo que hemos hecho descender
en Nuestro siervo” (C. VIII.41), “Kaf, ha, ya, ‘ain
sad. El recuerdo de la Misericordia de tu Señor a Su siervo
Zacarías” (C. XIX.1,2), “Cuando el siervo de
Dios se levantó a invocarle” (C. LXXII.19) [v].
Cuando
al Enviado de Dios, Dios le colme de bendición y de paz,
se le dio a escoger entre ser un profeta rey o un profeta siervo,
prefirió la servidumbre de Dios. Esto demuestra que es la
estación más excelsa y el mayor grado de proximidad.
Él, Dios le colme de bendición y de Paz, dijo: “Sólo
soy un siervo, no como reclinado en alto; sólo soy el siervo
de Dios; como igual que comen los esclavos”. Al mismo tiempo
afirma: “Soy el señor de la descendencia de Adán,
sin jactancia”.
He oído decir al shaij Abû-l-‘Abbas que, sin
jactancia, quiere decir “no me jacto por la primacía,
sólo me enorgullezco por la servidumbre a Dios”. Este
es el motivo de la existencia, pues Dios ha dicho: “He creado
a los genios y a los hombres para que me sirvan” (C. LI.56).
Los actos de culto son el aspecto exterior de la servidumbre, la
servidumbre es su espíritu. Cuando hayas comprendido que
el espíritu y el secreto de la servidumbre está en
el abandono de la elección propia y en la total ausencia
de oposición a los decretos, te resultará evidente
que la servidumbre consiste en dejar toda autodeterminación
y preferencia frente a la Señoría. La estación
de la servidumbre, la más noble de todas, no se realiza,
de hecho, más que con el abandono de sí mismo. El
auténtico servidor debe abandonarse, entregarse a Dios, dejar
todo por Él, siguiendo el camino que conduce a la estación
más perfecta por la vía más excelsa.
El Enviado de Dios, Dios le colme de bendición y de Paz,
escuchó a Abû Bakr recitar el Corán en voz baja,
y a ‘Umar, Dios esté satisfecho de ambos [vi], hacerlo
en voz alta. Preguntó a Abû Bakr:
—
“¿Por qué bajas la voz?”
—“Me hago oír de Quien me escucha en secreto,
contestó éste”
Y a ‘Umar:
—“¿Por qué levantas la voz?”
—“Para despertar al soñoliento y rechazar a Satanás”
Entonces les dijo:
—“¡Abû Bakr! levanta un poco la voz, ¡‘Umar!
bájala un poco”.
Nuestro shaij Abû-l-‘Abbas, Dios sea Misericordioso
con él, decía: “El Profeta quería
que cada uno prescindiese de su propia voluntad para hacer la voluntad
del Profeta, que Dios colme de bendición y de Paz”.
Reflexiona
sobre este hadiz, Dios tenga misericordia de ti, y podrás
darte cuenta de que el acto de culto más meritorio es prescindir
de la voluntad individual. Abû Bakr y ‘Umar respondieron
cada uno a la cuestión del Enviado de Dios explicando el
buen propósito que tenían. Después de esto,
el Enviado de Dios, la Paz sea con él, les hizo prescindir
de aquello que se proponían correctamente para atenerse sólo
al buen parecer del Enviado de Dios.
COMENTARIO
El
pueblo de Israel, al entrar en el desierto, fue alimentado con el
maná y las codornices, que Dios les concedió como
único alimento y que hacía brotar de la fuente del
Maná [vii], sin causarles cansancio ni esfuerzo alguno. Pero
sus almas, cargadas con el peso de los hábitos y privadas
de la contemplación del tadbîr de Dios, solicitaron
a Moisés que pidiera lo que tenían por costumbre:
“ ‘Pide a tu Señor por nosotros para que la tierra
nos produzca sus legumbres, sus pepinos, sus granos, sus lentejas
y sus cebollas’. Moisés respondió: ‘¿Deseáis
cambiar lo mejor por lo más bajo? bajad a las urbes y allí
tendréis lo que pedís’. El envilecimiento y
la miseria les afligió y sufrieron la cólera de Dios”
(C. II.61); porque abandonaron lo que Dios había escogido
para ellos, como más conveniente, por lo que ellos preferían
para sí mismos; y les dijo para reprenderles: “¿deseáis
cambiar lo mejor por lo más bajo? Descended a las urbes”.
Según
el comentario exotérico, “¿deseáis cambiar?”,
se refiere al grano, las cebollas y las lentejas a cambio del maná
y las codornices, a pesar de que estas dos especies fueran incomparables
por el gusto y por el hecho de que su obtención no requería
dificultad. La interpretación esotérica de “¿deseáis
cambiar?” es: vuestro propio deseo por el deseo de Dios para
vosotros. “¿Deseáis cambiar lo más bajo?”,
que es lo que os satisface, “por lo que es preferible”,
que es lo que Dios desea para vosotros. “Descended a las urbes”
porque lo que vosotros ansiáis es más propio de las
zonas pobladas, amsâr [viii]. El significado interior de esto
es: descended del cielo del no actuar y de la excelencia con que
Dios administra y decide por vosotros, hacia la tierra de la autodeterminación
y preferencia individuales, que se caracteriza por el envilecimiento
y la miseria producida por vuestra propia elección frente
a Dios.
Si esta comunidad [ix] hubiese estado en el desierto, no habría
dicho lo que dijo el pueblo de Israel, debido a la evidencia de
las luces espirituales y al estado de contemplación interior.
¿Fíjate cómo el pueblo de Israel, al comienzo
de su misión, le dijo a Moisés, y ésta fue
la causa de su paso por el desierto: “Ve tú y tu Señor
y combatid ambos. Nosotros permaneceremos aquí sentados”
(C. V.24). Por último dijeron: “Pide a tu Señor
para nosotros...” Al comienzo, se opusieron a la propuesta
de la Orden Divina, y, al final, prefirieron para sí mismos
algo distinto a lo que Dios eligió para ellos.
Muchas de las cosas que se cuentan sobre el pueblo de Israel muestran
su alejamiento de la Realidad Esencial y de la Vía auténtica.
Por ejemplo, cuando dijeron: “Haznos ver a Dios de modo manifiesto”
(C. IV.153). En otra ocasión, al cruzar el mar que acababa
de abrirse para ellos, con la humedad del agua aún bajo sus
pies, pasaron junto a un pueblo que se entregaba a los ídolos
y dijeron a Moisés: “Haznos un dios como los dioses
de esta gente” [x]• Moisés les respondió:
Sois un pueblo de ignorantes (C. VII.138).
En otro versículo dice: “Cuando sacudimos el Monte
encima de ellos como si fuese una cubierta, pensaron que iba a caer
sobre ellos. Coged lo que os damos con fuerza” (C. VII.171).
Las montañas del temor reverencial y de la Inmensidad Divina
fueron sacudidas sobre los corazones de esta comunidad. Cogió
el Libro con la fuerza de la fe, y esto la consolidó y la
fortaleció preservándola de adorar el becerro y otras
cosas semejantes, porque Dios la había elegido y la elogió
con estas palabras: “Sois la mejor comunidad que hemos hecho
surgir entre los hombres” (C. III.110), y “Así
os hemos convertido en una comunidad del medio” (C. II.143),
es decir, unos testigos excelentes.
De
todo esto se desprende que la afirmación propia y la elección
es el más grave de los pecados y de las impiedades. Deja
tus preferencias, si quieres lo que prefiera Dios para ti. Si deseas
la excelencia de Su gobierno no quieras imponer tu gobierno y si
deseas llegar al Objetivo no tengas ningún otro objetivo.
Por eso cuando le preguntaron a Abû Yazid [xi]: “¿Qué
quieres?” Respondió: “Quiero no querer”.
Su deseo, lo único que le pidió a Dios, fue perder
su propia iniciativa, porque sabía que era ése el
más excelente de los carismas y el mejor medio de aproximarse
a Él.
A
veces, alguien puede obtener carismas exteriores mientras en él
sigue latente el tadbîr. Los auténticos carismas son
el abandono del tadbîr y la entrega al Decreto Divino. El
shaij Abû-l-Hasan, Dios tenga Misericordia de él, dijo
que “sólo hay dos carismas que resumen y engloban a
todos: el carisma de la fe, que trae consigo la certeza y la contemplación,
y el carisma de proceder de acuerdo con las enseñanzas religiosas,
apartándose de las pretensiones y los engaños del
alma”. Quien recibe ambos carismas, y luego sienta deseo de
otros, o bien es un falso servidor que se engaña a sí
mismo o carece del suficiente conocimiento y de recta intención.
Es como alguien a quien el rey aceptase en la intimidad de su compañía
y él echara de menos cuidar las cuadras y dejar ese privilegio.
Todo
carisma que no vaya acompañado de la satisfacción
divina indica que, quien lo posee, es presa de la ilusión
o del extravío más completo. El carisma sólo
es auténtico cuando va acompañado de la satisfacción
de Dios, y quien está sujeto a la satisfacción de
Dios, prescinde del tadbîr frente a Él y deja sus preferencias
entre Sus Manos.
Alguien
dijo que Abû Yazid ya quiso algo, al querer no querer. Esas
palabras son de quien carece del verdadero conocimiento. Sólo
quiso no querer porque Dios desea para todos Sus siervos que carezcan
de iniciativa frente a El. Su deseo de no querer concuerda con la
Voluntad de Dios.
El shaij Abû-l-Hasan dice que todas las disposiciones y órdenes
de la Ley sólo son para ti una cuestión de “oigo
y obedezco” [xii] Este es el planteamiento fundamental del
estudio de la Ley Divina y de la ciencia revelada, dominio que da
acceso a la ciencia de la Realidad Absoluta que Dios concede a quien
está en condiciones de recibirla [xiii].
Con
esta afirmación, el shaij, quiere mostrarnos que cualquier
iniciativa conforme a la Ley Divina no se opone al estado de servidumbre,
basado en prescindir de la elección individual, para que
el intelecto que no haya alcanzado la comprensión de la Verdad
no se deje engañar, y piense que las obligaciones y los actos
de piedad y de culto tradicionales son contrarios a la pureza de
la servidumbre al tratarse de una forma de decisión propia.
El shaij, Dios tenga misericordia de él, aclara que todas
las disposiciones y órdenes de la Ley Divina no son ocurrencia
tuya. Sólo debes oponerte a tu propio tadbîr y a tu
propia elección, ¡no al tadbîr de Dios y de Su
Enviado!
Cuando
Abû Yazid prescindió de su querer fue porque Dios así
lo quería de él, sin que este deseo excluyera la servidumbre
que se le exigía. La Vía que lleva hacia Dios, Altísimo,
es la supresión de la propia iniciativa; hasta el punto de
que el shaij Abû-l-Hasan dijo: “El santo no llegará
a Dios en tanto haya en él un resto de tadbîr y de
elección propia”.
He
oído decir a nuestro shaij Abû-l-‘Abbas: “El
servidor no llegará a Dios hasta que desaparezca su deseo
de llegar a Dios”. Quiere decir, pero Dios es el más
sabio, que desaparezca ese deseo por una cuestión de cortesía
con Dios, adab [xiv] no por un sentimiento de cansancio; y puede
referirse también a que contemple, cuando está próximo
el momento de su Llegada a Él, que ésta no se debe
a sus méritos ni a sus cualificaciones. En esto consiste
suprimir su deseo de la Llegada, y no por “cansancio”
o despreocupación hacia Dios.
Si
deseas la iluminación debes prescindir del tadbîr,
sigue la vía hacia Dios que ellos siguieron y obtendrás
lo que ellos obtuvieron. Practica su método espiritual y
su ejemplo, “arroja tu bastón, éste es el flanco
del Valle” [xv].
En
mis comienzos le escribí algo, sobre esto, a uno de mis hermanos:
“¡Amigo! Esta caravana sigue incesante su marcha
mientras nos quedamos sentados. ¿Qué haces?
¿Quieres quedar atrás,
atrapado por la pasión y los deseos?
El lenguaje de la existencia te dice claramente
que todos los seres son efímeros
Sólo ve el fin del camino quien,
libre de la dualidad, no se deja seducir por los deseos.
Quien percibe la Verdad antes que las cosas,
las hace desaparecer en Su Productor.
Sus signos son luces para el caminante
y realización de secretos para quien retorna.
Levántate, observa los seres y la luz que los envuelve,
El alba de la proximidad es tu dirección
[al levantar el día.
Sé Su servidor y ponte en Sus Manos.
Guárdate del tadbîr, ¿cuál es su provecho?
¿De qué dispones si es otro El que decide?
¿Puedes enfrentarte a los decretos de Dios?
Abandonar toda iniciativa y deseo
es el objetivo final. ¿Me oyes?
Así actuaron los hombres de antes. Alcánzales
siguiendo sus pasos.
¡Que llore por sí mismo quien buscó (la Verdad)
sin sentir el resplandor de los que aman!
¡Que llore por sí mismo quien se lamentó! (de
perderla).
¿Llegó el momento y quedó distraído?”
Has
de saber, Dios te asista, que Él tiene servidores que están
libres del tadbîr gracias a la educación y a la enseñanza
que reciben de Dios. Las luces han hecho desaparecer los arraigados
propósitos de su tadbîr y los conocimientos y secretos
espirituales han abatido las montañas de su elección
propia. Se aposentaron en la mansión de la satisfacción
y sintieron la dicha de esa estación, hasta el punto de pedir
a Dios socorro con toda su fuerza por temor a que la dulzura de
la satisfacción les distrajera de Él, les atrapara
y quedaran presos en ella.
El
shayj Abû-l-Hasan, Dios tenga misericordia de él, cuenta:
“Al comienzo de mi vía espiritual determinaba qué
tipos de actos de devoción debía realizar. A veces,
decidía quedarme en los montes y en los desiertos, otras,
que debía volver a las ciudades y aldeas para tener contacto
con los hombres de ciencia y de élite. Me hablaron de un
santo de la zona del Magreb que vivía en una montaña
de aquella zona y salí en su búsqueda [xvi] Llegué
junto a él de noche, pero me pareció mal visitarle
en ese momento; entonces, le escuché desde fuera que decía:
‘¡Dios mío! Algunos te piden el favor de tus
criaturas y, una vez que se lo has concedido, quedan satisfechos
de Ti. ¡Dios mío! yo te pido que Tus criaturas me traten
con mezquindad para que sólo encuentre asilo en Ti’.
Me dije a mi mismo: ‘Mira de qué océano emerge
este maestro’. Cuando amaneció me fui a visitarle,
le saludé y le dije: ‘¿Cómo te encuentras?’.
‘Me quejo a Dios de la frescura de la satisfacción
y la entrega a Él como tú te quejas del ardor del
tadbîr y de la elección’, me respondió.
Exclamé: ‘Señor, en cuanto a mi queja del ardor
del tadbîr y de la elección, como tú dices,
es mi situación; pero, en cuanto a tu queja de la satisfacción
y de la entrega, no comprendo lo que quieres decir’. ‘Temo
que la dulzura de ambas me distraiga de Dios’, respondió.
Después le pregunté: ‘Señor, ayer te
oí decir: ¡Dios mío! hay gente que te pide el
favor de tus criaturas y, una vez que se lo concedes, quedan satisfechos
con esto. Te pido que tus criaturas se muestren mezquinas conmigo
para que sólo encuentre asilo junto a Ti’. Me respondió
sonriendo: ‘Hijito mío, en vez de pedirle que te conceda
el favor de sus criaturas, di: Señor, sé para mí.
¿Te servirían de algo? ¿A qué viene,
entonces, tal inquietud?’ ”.
COMENTARIO
La
perdición del hijo de Noé se debió al deseo
de volver a su propio tadbîr, no satisfecho con el tadbîr
que Dios prefería para Noé y quienes estaban con él
en el Arca. Noé le dijo: “‘¡Hijito mío!
sube con nosotros y no seas de los incrédulos”. El
respondió: “Buscaré refugio en una montaña
que me preserve del agua”. “Sólo a quien Dios
haya hecho misericordia está hoy preservado de Su Mandato”
(C. XI.42). Se refugió en la montaña de su inteligencia,
que no era sino la representación de su tadbîr. Por
eso Dios dice: “Una ola pasó entre ambos y se quedó
entre los sumergidos” (C. XI.43). En el sentido exotérico,
por el diluvio, en el esotérico, por la expulsión
de la Presencia Divina.
¡Oh
criatura! reflexiona sobre esto y, cuando choquen contra ti las
olas de los decretos divinos, no te vuelvas hacia la montaña
de tu inteligencia engañosa, para que no seas de los sumergidos
en el océano de la ruptura. Vuélvete al Arca de la
protección divina y de la confianza en Dios, “Quien
busca protección en Dios, es guiado hacia la Vía Recta
(C. lII.101). “A quien se remite confiado a Dios, Él
le basta” (C. LXV.3). Si actúas así, el Arca
de la salvación te posará sobre la tierra de la seguridad,
luego descenderás en el estado de proximidad, libre de todo
mal, y obtendrás las bendiciones de la Unión, así
como todas las especies que están contigo y que son los mundos
de tu existencia. Comprende esto y no seas de los distraídos,
sirve a Tu Señor y no seas de los ignorantes. Convéncete
de que la pérdida del tadbîr y de la elección
propia es lo más importante que tienen los hombres de la
certeza, lo que más buscan los que practican la piedad y
el mejor adorno con el que se visten los gnósticos.
Sobre
el abandono de sí mismo - Capitulo 4
Ibn ‘Atâ’ Allah al-‘Iskandari
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Trabajo
El Principio
de la Discontinuidad
Nada
sigue siendo lo que originalmente fue.
<<volver
"Todo aquello que nace, muere. Todo
aquello que es construido, se derrumba. Todo aquello que se une,
se dispersa. Toda creación tiene un final. Hay un reino que
trasciende el mundo visible. Hay una condición transformadora
la cual existe aun cuando algo ha muerto" |
En este mundo todo es energías, vibraciones. Energías
y vibraciones provenientes de varias fuentes que prosiguen en diversas
direcciones, cruzándose entre sí. Es nuestro cerebro
el que interpreta estas energías y vibraciones dándole
para nosotros un significado y un sentido, y para cada uno significados
y sentidos distintos.
Según
las ideas occidentales las vibraciones son continuas. Pero la manera
de ver esto del conocimiento antiguo es distinta; ubica el principio
de la discontinuidad cómo una condición transformadora,
necesaria de percibir. Es decir, saben que no todo va a seguir como
empezó, no todo va a terminar como terminó ayer. Que
nada sigue un rumbo fijo.
La
incomprensión de este principio en occidente ha generado
mucha angustia. El hombre es una máquina, está gobernado
por su mente; la mente es cómo una computadora que compara
registros del pasado con cosas que pasan en el presente, copia y
pega. La mente es interpretación y especulación, por
esta razón depende de la continuidad de las cosas, y rechaza
al mencionado principio.
Pero
la vida no es una maquina, nada es como fue. Esto explica muchos
problemas en el mundo. Nada en el mundo permanece en su lugar. Nada
sigue siendo lo que originalmente fue. Todo se mueve. Todo se desplaza…
Nada sigue siendo lo que fue.
La
mente busca seguridad
La
gente pide lo que no se puede. ¿Quieres seguridad para el
futuro? No es posible. ¿Quieres seguridad absoluta para el
mañana? no puede garantizarse, esto NO está en la
naturaleza de la Vida.
El
futuro permanece abierto: el banco puede ir a bancarrota, la esposa
puede fugarse con otro, el marido puede morirse, los niños
pueden resultar de poco mérito. ¿Quién sabe
algo del mañana? Puede que te pongas enfermo, puede que te
quedes lisiado. ¿Quién sabe algo del mañana?
Pedir
seguridad para el mañana significa vivir con miedo constante.
La seguridad no es posible. Cuando temes a la inseguridad, tu miedo
no puede ser destruido. Habrá miedo y mientras tanto te estás
perdiendo el momento presente. Con el deseo de seguridad en el futuro
estás destruyendo el presente, que es la única vida
disponible. Y estarás cada vez más convulsionado,
asustado y avaricioso…
Sheik
Muzzafer Ozzak r.a. ha dicho:
“Todo
aquello que nace, muere. Todo aquello que es construido, se derrumba.
Todo aquello que se une, se dispersa. Toda creación tiene
un final. Hay un reino que trasciende el mundo visible. Hay una
condición transformadora la cual existe aun cuando algo ha
muerto.
Tenemos continuamente enseñanzas de nacimiento y muerte frente
a nuestros ojos. Nosotros necesitamos la bendición de ver
esto, la cual es una de las más grandes bendiciones...
Una
procesión fúnebre pasaba y alguien preguntó:
<¿Cual ha sido la causa de su muerte?> Y un
sabio contestó: <El ha muerto por haber nacido>.”
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Música
Sufi
Usul Ilahi - Segah
Ilahi para cantar todos antes de comenzar a girar en
el zikr
<<volver
Bu
ask bir bahri es el Usul Ilahi que estamos haciendo en
este momento. Quiere decir que es el Ilahi que estamos cantando
antes de comenzar a girar en el zikr. En el makam Segah.
Debajo copiamos la letra de dicho ilahi y un pequeño video
con la melodía para quien quiera aprenderlo y poder cantarlo
en el zikr.
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Bu ask bir bahri
Segah Makam
Usul Ilahi
Bu
ask bir bahr-i ummandir
Buda hanu kenar olmaz
Delilim sirri kuramdir
Sunu bilende ar olmaz
Suphan
Allah Sultan Allah
Her dertler Derman Allah
Seyfullah
sözünde mesttir
Seyhinden aldi destir
Divanera kalem nisttir
Ne söylese kinar olmaz
Suphan
Allah Sultan Allah
Her dertler Derman Allah
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Cuentos
& Historias Sufis
Dar
desde la Abundancia
Una
hermosa parábola de Hz. Issa a.s.
(El profeta Jesús, la Paz sea con él)
<<volver
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Un hombre, un hombre rico, contrató
a unos braceros para que trabajaran en su huerto. Al mediodía
se dio cuenta de que no serían suficientes para acabar el
trabajo al atardecer. Así que contrató a más
trabajadores. Pero por la tarde se dio cuenta de que incluso con
estos no serían suficientes, así que contrató
a unos, cuantos más.
Al
atardecer, el patrón les pagó por el trabajo que habían
realizado. Pero le pagó a todos lo mismo: tanto los que vinieron
por la mañana como los que vinieron pon al mediodía
y los que vinieron justo antes de que el sol se pusiera recibieron
la misma cantidad. Naturalmente, los trabajadores que empeza¬ron
por la mañana se enfadaron. Protestaron. Dijeron: «Esto
es injusto. Nosotros vinimos por la mañana, hicimos un día
entero de trabajo y recibimos la misma recompensa que los otros,
que acaban de llegar y no han hecho casi nada. Eso no es justo».
El
patrón se rió y les dijo: «¿Acaso lo
que habéis recibido no es suficiente por el trabajo que habéis
realizado?». Ellos contestaron: «Sí, es suficiente.
¿Pero por qué hemos cobrado lo mismo que estos otros
que no han hecho casi nada?». Y el patrón les replicó:
«Les he dado desde mi abundancia. ¿Acaso no puedo dar
mi dinero? Es mi dinero. Vosotros habéis cobrado. Habéis
cobrado por vuestro trabajo. ¿Es que acaso no puedo tirar
mi dinero? ¿Por qué la protesta? ¿Por qué
os debería preocupar?».
Y Jesús solía decir: «Este hombre es un hombre
de caridad. Da desde su abundancia». Eso es lo que los sufíes
llaman karamat. Dar solo por dar, no para luego recibir
y no para sentir que el otro necesita que yo le de…
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Poemas
El Sin-Lugar
Hz. Rumi
<<volver
"No soy cristiano, ni judío,
ni mago, ni musulmán.
No soy del Este, ni del Oeste,
ni de la tierra, ni del mar.
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No soy de la mina de la Naturaleza,
ni de los cielos giratorios.
No soy de la tierra, ni del agua,
ni del aire, ni del fuego.
No soy del empíreo, ni del polvo,
ni de la existencia, ni de la entidad.
No soy de India, ni de China, ni de
Bulgaria, ni de Grecia.
No soy del reino de Irak,
ni del país de Jurasán. No
soy de este mundo, ni del próximo,
ni del Paraíso, ni del Infierno.
No soy de Adán, ni de Eva,
ni del Edén, ni Rizwán.
Mi
lugar es el sin-lugar,
mi señal es la sin-señal.
No tengo cuerpo ni alma,
pues pertenezco al alma del Amado.
He
desechado la dualidad,
he visto que los dos mundos son uno;
Uno busco, Uno conozco,
Uno veo, Uno llamo.
Estoy
embriagado con la copa del Amor,
los dos mundos han desaparecido de mi vida;
no tengo otra cosa que hacer
más que el jolgorio y la jarana".
Hz
Rumi
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